Golpe de calor, alimentación y líquidos. Reportaje realizado para Canal de Noticial 26.
Existen grupos de riesgo más propensos a sufrir golpes de calor: los ancianos, los niños y quienes trabajan o hacen ejercicios en ambientes calurosos
Sobre cómo se lo percibe, las señales varían, pero pueden incluir una temperatura corporal extremadamente elevada (superior a
39º C), piel enrojecida, caliente y seca, pulso rápido y fuerte, dolor de cabeza palpitante, mareo, náuseas, confusión y pérdida del conocimiento.
Si se observa alguno de estos síntomas, puede que se trate de una emergencia, por lo que se debe pedir a alguien que solicite ayuda y asista a la víctima llevándola a un área sombreada y tratar de bajarle la temperatura utilizando cualquier método disponible, como sumergirla o rociarla con agua fría, aplicarle compresas frías, envolverla en una sábana mojada y abanicarla vigorosamente, no ofrecer de beber a la víctima si está inconsciente y conseguir asistencia médica lo antes posible.
En el caso de los niños: ofrecer frecuentemente líquidos, y a los lactantes el pecho no ofrecer bebidas muy azucaradas ni muy frías, no ofrecer comidas calientes y pesadas, incorporar mayor cantidad de sal que lo habitual, bañarlos o mojarlos con frecuencia, evitar juegos o actividades físicas, seleccionar lugares frescos y ventilados.