Estás bajando de peso. Tu evolución es satisfactoria y te proporciona incentivos para seguir adelante. La balanza no es el único indicador que te demuestra que el tratamiento está resultando eficaz. Cuentas con otras herramientas para estar estimulado y continuar en la búsqueda de un cuerpo sano y una figura agradable.
Recuerda que no todas las balanzas funcionan con exactitud. Pésate siempre en la misma balanza, a la misma hora y con la misma ropa, pero no lo hagas a diario;
eso genera ansiedad puedes llegar a frustrarte.
Tómate las medidas de cintura y cadera. Muchas veces, la balanza no acusa una cifra favorable, pero las medidas se modifican significativamente y el cuerpo adquiere una forma distinta.
A medida que avanzas por la senda correcta, tu aspecto cambia notoriamente. Has perdido grasa y vas ganando masa muscular porque efectúas una actividad física todos los días o tres veces por semana.
La ropa te queda grande y debes arreglarla o comprar otra de talle menor. Compruebas que tu nueva manera de vestir te sienta mejor. Antes disimulabas tus rollitos con ropa holgada; ahora estás a la moda.
Tu columna vertebral no tiene que soportar un peso exagerado y desaparecen los dolores. Estás más ágil, no te cuesta trasladarte, las piernas ya no te pesan y notas mejoría en tu andar.
Durante los fines de semana comes con moderación lo que te agrada, pero te cuidas y continúas en la lucha. Insistes con el ejercicio; sabes que es un complemento de tu plan de comidas para seguir bajando y que además disminuye la ansiedad.
Gracias a tus esfuerzos tu corazón funciona más tranquilo, tu presión arterial se normalizó y tus valores de glucemia, colesterol y triglicéridos descendieron sin necesidad de medicamentos.
Antes no te mirabas al espejo ni aparecías en fotos. Ahora, la modificación de tu alimentación y tu estilo de vida, el cambio de tu cuerpo y el mejoramiento de tu química orgánica hacen que te sientas más atractivo y más joven. Concurrir a reuniones antes te daba vergüenza y ahora te da placer. Puedes hacer frente a las tentaciones y sabes elegir con inteligencia.
Notas que la gente te mira con admiración. Sabes distinguir los comentarios positivos que te alientan y no tomas en cuenta aquellos que pretenden obstaculizarte. Ya no te acomplejas; tu estima va en aumento. Te sientes diferente, saludable, más seguro. Tu meta está cerca… ¡Esta vez lo lograrás!
Caes una vez, pero te levantas con mayor facilidad porque estás fuerte. Valoras tus logros con alegría, sabes que eres humano y que un desliz no significa que hayas perdido.
Te sientes muy feliz con los cambios que conseguiste. Comprobaste que esto no es algo mágico sino un trayecto que te lleva al éxito respetando tus propios tiempos. Tienes mucha fuerza para que tu evolución continúe cada vez mejor.
Sigue marchando por el buen camino para que el éxito llegue a tu vida y se prolongue en el tiempo. ¡Adelante!
Lic. Alicia Crocco Nutricionista