Nota de Opinión – Los planes de adelgazamiento muy hipocalóricos no sirven.

Por la Lic. en Nutrición Alicia Crocco
Minutouno.com. Lunes 29 de septiembre
de 2008. 13:14 horas.

 

Los planes hipocalóricos de adelgazamientos no sirven por varios motivos:

o Si por ejemplo, una persona que ingiere, un volumen importante de comidas, de preparaciones muy elevadas en grasas y en azúcares simples e ingiere muchas bebidas con un alto porcentaje de azúcar y debe adelgazar ¿para qué restringir el valor calórico, si puede adelgazar disminuyendo lentamente la cantidad de calorías diarias, para que no signifique tanto esfuerzo psíquico y físico?

o Si en cambio, una persona debe adelgazar y no es muy elevado su aporte energético ¿Por qué en lugar de restringir demasiado las calorías diarias, se trabaja en la reeducación alimentaria y se intenta aumentar la actividad física o se ve la posibilidad de efectuar otra distribución de alimentos? O por ejemplo, si la persona realiza actividad física diaria, sugerir otra para que el metabolismo se active mejor y que la persona pueda seguir bajando de peso sin la necesidad de bajar mucho la energía diaria?

o Por otro lado, si la persona que consume mucha densidad calórica diaria y efectúa un plan de adelgazamiento riguroso, con poca energía ¿cuánto tiempo de restricción alimentaria puede estar de esa manera? ¿Cubre todos los principios nutritivos que necesita para que su organismo esté sano? O ¿Necesita la adición de complementos vitamínicos y minerales para que de esa manera pudieran no aparecer enfermedades como anemia, osteoporosis, enfermedades óseas, etc.? ¿Es una manera de cambiar hábitos alimentarios inculcando a las personas que coman menos de lo que deben y de esa manera no aprender a alimentarse adecuadamente, cuyo objetivo es bajar rápidamente de peso y no viendo las consecuencias a las cuales podrían ocasionarles un plan alimentario muy hipocalórico de menos de 1000 calorías diarias?

Un plan muy hipocalórico o dieta de moda ¿Qué hacen?

Lo que logran es un descenso de peso rápido.

Son carentes de los elementos necesarios para la buena salud.

Lo que consiguen es eliminar mucho líquido, sumado a materia magra (tejido muscular u óseo, sodio, potasio, calcio) pero no elimina grasa que es la que se busca para que los individuos durante el proceso de adelgazamiento vayan eliminándolas lentamente sin agravar las funciones normales del individuo.

o Un régimen muy hipocalórico no hace que la gente aprenda a alimentarse para lograr un aumento en la calidad de vida.

o Requiere reducir cada vez más el valor calórico ya que luego de un período de tiempo el organismo se adapta a ese carente porcentaje de energía y necesita como consecuencia una mayor reducción.

  • Generalmente son rutinarios, difíciles de cumplir y motivar para que continúen haciéndola, salvo que los controles se hagan diariamente y en forma grupal.
  • Son peligrosas ya que provocan mucha movilización de las grasas corporales y aportan escasísimas cantidades de hidratos de carbono complejos cuya propiedad es que estos alimentos se absorban lentamente y den energía al individuo, que pueden ocasionar alteraciones cardíacas.
  • Es difícil lograr que luego del descenso de peso puedan mantener los resultados obtenidos.

¿Qué sugiero para no caer en estas situaciones?

¿Cuál sería un descenso de peso adecuado?

Deja de lado tu ansiedad por librarte cuanto antes de los kilos de más. Acepta las etapas que deban acontecer durante tu tratamiento.

Considera que si esos kilos de más te acompañan desde hace muchos años, no podrás desprenderte de ellos con facilidad. Lo harás mediante un proceso y, si deseas que los efectos sean duraderos, debes tomarte el tiempo necesario para afianzarlos y realizar un aprendizaje conveniente a fin de no retroceder en tu senda.

Si estás dispuesto a que esta vez el éxito corone tu empeño, tienes que ser paciente y saber esperarlo con alegría, teniendo la plena seguridad de que lo lograrás si te esfuerzas por eliminar todo lo que te obstaculiza y perturba.

No pienses constantemente cuánto falta. Aprecia todos los avances que se produzcan. Estar pendiente de lo que deberías bajar te impide disfrutar de lo que consigues en cada uno de los momentos. Por lo tanto, valora los resultados a medida que los obtengas y saca de tu mente la frase: “Debo llegar rápidamente a la meta”. Es una expresión obstructiva, que te llevará a la frustración cuando compruebes que no puedes concretarla.

Recuerda que, si en lugar de efectuar un plan nutricional adaptado a ti, seguís dietas de moda carentes de los elementos necesarios para tu buena salud, lo que conseguirás será eliminar más líquido del que debieras, sumado a materia magra (tejido muscular u óseo), pero no perderás grasas.

En cambio, si adoptas un sistema saludable, es probable que en las semanas iniciales de tu tratamiento bajes considerablemente. Luego tu descenso de peso será menor, porque tendrás menos kilos que perder, y eso será indicio de que el plan de adelgazamiento está funcionando. Cada semana podrás comprobar cambios. Durante algún tiempo vas a continuar eliminando líquidos y, por fin, lo tan deseado: grasas.

Esto es así porque, en respuesta al cambio de alimentación y a la reducción de las calorías diarias, el organismo utiliza especialmente las reservas de glucógeno del hígado y del músculo. El glucógeno está ligado a la cantidad de agua más que a la de grasas. Cuando las reservas de glucógeno decrecen, también disminuye el descenso de peso, que está dado por la diferencia entre el gasto y la ingesta energética. Después de eliminar mucha agua y algo de grasa, comienza la etapa de eliminación de grasas y el descenso se hace más lento.

Por lo tanto, te reitero que no minimices los resultados. Acepta que, si deseas adelgazar y mantenerte delgado, debes ser paciente y esperar el tiempo necesario. La grasa es difícil de eliminar; no restes importancia al hecho de bajar sólo 200 g en una semana. Piensa en un pan de manteca de 200 g distribuido por tu cuerpo, en su tamaño y en lo que significa para ti ese tejido graso del que te estás desprendiendo.

No te desanimes. Seguramente notarás cambios en tus medidas, apreciarás que la ropa te queda mejor y verás que la admiración de las personas aumenta favorablemente. Tendrás que aprender a manejar la frustración cuando la balanza te indique que en una semana bajaste gramos y no kilos.

Puede suceder que en algunas situaciones no bajes de peso y en etapas posteriores bajes más de lo que deberías. Eso se justifica, pero no tomes como meta una exigencia que te llevará a perder la motivación necesaria para seguir adelante.

El descenso adecuado es aquel que permite que tu cutis mejore, que no estés demacrado. Muchas dietas estrictas traen como consecuencia un desmejoramiento en el aspecto, junto con la pérdida de kilos. No caigas en esas situaciones. CUIDATE, pensá en el progreso que vas a obtener con el tiempo si te dedicas, si piensa positivamente, si no dejas que el apresuramiento por llegar a la meta se anteponga a tu correcta evolución y te frustre por no haber conseguido ese resultado que seguramente no era el mejor para tu organismo.

Ya fracasaste en otras ocasiones. No insistas con los mismos métodos que te llevaron al abandono de tu objetivo de lograr un descenso de peso estable. Piensa que existieron muchos errores y es tiempo de que cambies todo aquello que te apartó de tu senda. Pon en práctica mis consejos y adopta el plan nutricional para bajar de peso que confeccioné (Planes A, B, C, D) que están en la página del diario minutouno.com, pensando en todas tus necesidades, no solamente físicas sino también anímicas.

Lucha contra todo lo que se te opone. Comprende que si continúas así no lograrás aumentar tus momentos de felicidad. No te engañes: no eres feliz con tus kilos de más. Piensa en todo lo que te acarrea el exceso de peso.

Tu propósito de adelgazar debe estar delante de ti para que puedas seguirlo y alcanzarlo. Nada es difícil cuando existe el deseo instalado en el interior. Experiméntalo… y harás realidad tu anhelo.

Para que tu descenso de peso sea el adecuado:

Llena tu mente con pensamientos positivos, de gran aliento.

Acepta el proceso que requiere un descenso saludable y duradero.

No penses en el tiempo sino en concretar tu propósito.

Elegí salud, estarás en el camino correcto.

No permitas que el fracaso llegue a tu vida, no dejes que la desilusión te atrape y te haga sentir sin fuerzas.

La decisión está en tus manos…

Comentarios (30)

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muy-hipocalóricos-no-sirven/

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