Alimentación antes del embarazo

Todo este contenido es solo informativo.

Ante cualquier anormalidad que consideres estar padeciendo, consulta a tu médico obstetra y a tu nutricionista.

  Los cuidados previos a la concepción están indicados para la mujer en edad fértil, tanto si es primeriza como si tuvo hijos y desea seguir teniéndolos.

Se refieren a las condiciones de salud y a los factores relacionados con el estilo de vida que pueden afectar a la mujer.

La planificación de un embarazo es algo muy lindo, pero debes estar informada respecto de algunas situaciones; así sabrás manejarte para realizar las preguntas necesarias a tu médico.

¿Cuáles serían los objetivos de los cuidados previos al embarazo?

Proporcionar a la mujer la información y el tratamiento necesarios para mejorar su salud y reducir los riesgos para su futuro bebé.

 

  • Mejorar la fertilidad.

 

  • Y evitar malformaciones en el feto.

  En particular, con respecto al primer punto, es importantísimo solucionar las carencias nutricionales que pudiera tener la mujer, ya que es difícil hacerlo una vez que está embarazada. Este problema puede mantenerse o perjudicar el curso del embarazo y su resultado final.

Todas las mujeres en edad fértil pueden tomar medidas antes de quedar embarazadas para aumentar las probabilidades de tener un bebé sano nacido a término.

Cada vez son más los bebés que nacen de forma prematura (antes de las 37 semanas de embarazo), situación que aumenta el riesgo de problemas graves de salud.

A través de los cuidados previos a la concepción, la mujer puede saber qué hacer antes de quedar embarazada, para protegerse y aumentar las probabilidades de tener un bebé sano.

 

¿Por qué es importante que controles tu estado clínico antes de quedar embarazada?

Si con tu pareja planean tener un hijo, es conveniente que consulten a un médico para que te realice un chequeo previo al embarazo. También sería necesario que tu pareja hiciera lo mismo, ya que muchas veces los hombres son los responsables de que la mujer no quede embarazada.

Los exámenes les permitirán conocer la situación antes de concebir y, a partir de ello, tanto el médico de tu pareja como el tuyo determinarán qué pasos deberán seguir en caso de que existan condiciones que afecten tu salud o la de tu futuro hijo, o problemas en cuanto a la posibilidad de lograr un embarazo.

Se pueden llegar a identificar trastornos de salud que podrían representar un riesgo durante el embarazo, como, por ejemplo, hipertensión arterial, eclampsia (cuando hay convulsiones), diabetes, disfunción tiroidea y ciertas infecciones.

En este libro se hablará del correcto manejo en las mujeres embarazadas, pero necesariamente deberás, en todos los casos, consultar con los profesionales correspondientes, ya sean médicos o licenciados en Nutrición, para la realización del plan alimentario adecuado.

El hombre deberá buscar asesoramiento profesional ante dificultades físicas o internas que imposibiliten que su mujer quede embarazada, habiéndose descartado anormalidades en ella a través de los estudios correspondientes.

Las enfermedades tiroideas son más frecuentes en las mujeres que en los hombres y el embarazo puede exacerbarlas.

A su vez, el exceso o deficiencia de la hormona tiroidea puede tener efectos adversos sobre la gestación.

  • Hipotiroidismo: Si bien está demostrado que disminuye la fertilidad, mujeres con un grado moderado de esta enfermedad pueden quedar embarazadas, aumentando el riesgo de mortalidad perinatal y —según algunos autores— de anomalías congénitas, en aquellos casos en que no hubieran sido tratadas anteriormente.
  • Hipertiroidismo: Aumenta el riesgo de aborto en el primer trimestre, retardo de crecimiento fetal, muerte del feto dentro del útero y muerte neonatal. Se han publicado situaciones de malformaciones congénitas en mujeres no controladas.

En caso de presentar alguna de estas patologías, será necesario que consultes al médico para solucionar esta anormalidad funcional tiroidea antes del embarazo.

Asimismo, el control médico te asegurará que todas las vacunas estén al día y si debes tomar algún medicamento, no perjudique el proceso de tu embarazo.

El especialista te realizará un cuestionario acerca de antecedentes familiares de enfermedades que deben tenerse en cuenta, con el objetivo de prevenir riesgos durante el embarazo.

Si tienes antecedentes de defectos congénitos o nacimientos prematuros en tu familia o si presentas un alto riesgo de trastornos genéticos debido al grupo étnico al que perteneces o al hecho de ser una mujer de más de 35 años puede sugerir una derivación a un especialista en genética. ¿Cuál es su tarea? Evaluar probabilidades de aparición de enfermedades genéticas en los futuros hijos de la pareja.

El asesor puede indicarles análisis de sangre (denominados pruebas de portador) para identificar si son portadores de ciertas enfermedades genéticas. Si ambos padres son portadores (es decir, si son sanos pero cada uno de ellos posee una copia de un gen que provoca una enfermedad hereditaria), cada uno de sus hijos tiene un 25% de probabilidades de heredar la enfermedad. Si es solo uno de los padres el que transmite el gen, el niño es portador, pero no desarrolla la enfermedad, aunque existe el riesgo de que él se la transmita a sus hijos en el futuro.

Estos son algunos ejemplos de enfermedades para las que existen pruebas de portador:

  • Fibrosis quística (FQ). Es una enfermedad hereditaria que afecta en forma severa la respiración y la digestión. Aparece generalmente en personas de origen caucásico, pero puede afectar a niños de diferentes extracciones.

Esta enfermedad es causada por un gen anormal que hace que el organismo genere una mucosidad espesa en los pulmones y el páncreas, la cual ocasiona infecciones que a menudo ponen en peligro la vida de la persona. Si la pareja o uno de  ambos, son portadores del gen (tienen el gen), se lo pueden pasar al bebé.

La prueba de portador de fibrosis quística se les ofrece a todas las mujeres embarazadas y se puede realizar en cualquier momento durante el embarazo.

También tu pareja puede realizarse la prueba para averiguar si es o no portador del gen. La prueba se hace a través de un análisis de sangre o saliva.

Si los resultados de las pruebas indican que ambos padres son portadores del gen que causa la fibrosis quística, el médico puede realizar pruebas al bebé en el útero. Si el bebé tiene fibrosis quística, los padres pueden tomarse algo de tiempo antes del parto para saber más sobre la enfermedad y encontrar especialistas adecuados.

La decisión de realizarse la prueba es personal. Deberás conversar sobre ello con tu pareja y hablar con tu médico para obtener información.

  • Enfermedad de Tay-Sachs. Es una enfermedad poco frecuente que afecta el sistema nervioso central, con daños cerebrales fatales. Es causada por un gen defectuoso en el cromosoma 15. Se desarrolla cuando el organismo carece de la proteína hexosaminidasa, la cual contribuye a la descomposición de los gangliósidos, unos químicos que están en el tejido nervioso. Con la ausencia de esta proteína, los gangliósidos se acumulan en las células del cerebro, especialmente en las neuronas.

Generalmente esta enfermedad aparece en los descendientes de judíos de Europa Oriental y en algunos individuos no judíos de origen francés, canadiense o cajún.

 

  • Anemia falciforme. Es una enfermedad de la sangre que afecta principalmente a personas de origen afroamericano, en la cual el cuerpo produce glóbulos rojos con un contorno anormal.

Las células tienen forma semilunar o de hoz, y una duración más corta que la de los glóbulos rojos redondos; esto es lo que causa la aparición de anemia.

Las células falciformes se atascan en los vasos sanguíneos y bloquean el flujo. Eso puede provocar dolor y lesionar los órganos.

Es, como dije, una enfermedad genética; las personas que nacen con esta patología poseen dos genes de células falciformes, uno de cada padre. La presencia del gen de células falciformes y otro normal se denomina rasgo drepanocítico. Aproximadamente una de cada doce personas de raza negra es portadora del rasgo drepanocítico.

Un análisis de sangre puede demostrar si presentas el rasgo o la anemia. La mayoría de los Estados les hacen pruebas a los bebés inmediatamente después del parto, como parte de los programas de evaluación del recién nacido.

  • Talasemia. Es una enfermedad de la sangre que afecta principalmente a personas de ascendencia mediterránea, africana o del sur asiático.

Entonces, la realización de estudios genéticos y el asesoramiento previo al embarazo pueden ofrecer a la pareja una mayor seguridad de que sus hijos no corren un riesgo elevado de tener una enfermedad hereditaria específica.

El asesoramiento en genética también les brindará a los portadores la posibilidad de comprender sus riesgos y evaluar diferentes opciones.

Otras mujeres que pueden beneficiarse con el asesoramiento en genética son aquellas de más de 35 años (que tienen un riesgo mayor de tener un bebé con una anomalía cromosómica, como síndrome de Down), las que tienen ciertos trastornos genéticos (como la fenilcetonuria —PKU—, que se aborda en el apartado siguiente) y las que han tenido un hijo con un defecto del tubo neural (NTD), que es el defecto congénito del cerebro y la médula espinal.

¿Qué enfermedades maternas deben tratarse antes del embarazo?

 Diabetes

Toda diabética insulinodependiente y no insulinodependiente en edad de procrear debe conocer si tiene complicaciones crónicas y su grado de severidad. Si tiene complicaciones, debe saber la evolución de estas durante la gestación.

Las mujeres con diabetes mal controlada desde antes del embarazo tienen aproximadamente tres veces más probabilidades que las mujeres no diabéticas de tener un bebé con algún defecto congénito grave; aumentan los riesgos de sufrir abortos espontáneos, cetoacidosis, hipoglucemias, infecciones, preeclampsia (una complicación del embarazo que se caracteriza por alta presión arterial y proteína en la orina — (ver nota que se encuentra en esta página), mortalidad perinatal (período de tiempo inmediatamente anterior o posterior al momento del nacimiento del bebé, es decir, desde la semana 28 de gestación aproximadamente hasta los primeros sietes días después del parto), macrosomía fetal (peso elevado al nacer: más de 4 kg),, dificultad respiratoria, hipocalcemia (disminución del calcio en sangre), hipoglucemia (disminución de la glucemia sanguínea), hipomagnesemia (disminución del magnesio en sangre), ictericia (piel amarilla) y malformaciones congénitas que a veces son incompatibles con la vida.

El control del azúcar en la sangre antes del embarazo y durante los primeros meses de este puede ayudar a prevenir los defectos congénitos. El buen control de azúcar en la sangre durante el embarazo y el aumento de peso adecuado ayudan a prevenir el crecimiento excesivo del bebé y pueden reducir las probabilidades de complicaciones antes del parto y durante este.

Para evitar todas estas complicaciones, serán necesarios los controles médicos previos:

  • Evaluación del estado clínico nutricional, presencia de enfermedad cardiovascular, neuropatía, oftalmopatía (retinopatía diabética), neuropatía, patología tiroidea y otras.
  • Tratamiento de las patologías descompensadas.
  • Logro de un adecuado control metabólico, debiéndose mantener, desde tres meses antes de la gestación y durante el período de embarazo, la glucemia, la hemoglobina glicosilada y la fructosamina dentro de los valores normales, y evitándose la hipoglucemia (valores de glucemia por debajo de 70 mg/dl) y la cetonuria (presencia de cuerpos cetónicos en la orina).

 

De esta manera podremos disminuir el riesgo de malformaciones congénitas, que, como ya señalé, son tres veces más frecuentes en diabéticas mal controladas.

Alta presión arterial

La alta presión arterial crónica puede aumentar el riesgo de complicaciones durante el embarazo, como problemas de la placenta, retraso en el desarrollo del feto y preeclampsia.

En Argentina existe una incidencia de enfermedad hipertensiva durante el embarazo del 4,5%; por lo tanto, es necesaria su prevención para evitar la preeclampsia grave o eclampsia (ver nota preeclampsia grave o eclampsia en esta web), que tiene una alta tasa de mortalidad materna y perinatal: período de tiempo inmediatamente anterior o posterior al momento del nacimiento del bebé, es decir, desde la semana 28 de gestación aproximadamente hasta los primeros sietes días después del parto),si no se la detecta y se la trata rápidamente.

A las mujeres hipertensas crónicas en edad de procrear es necesario advertirles que algunas drogas hipotensoras no deben utilizarse en el primer trimestre del embarazo, porque se han publicado casos de embriopatías (enfermedades desde la formación del embrión) cuando fueron tratadas con inhibidores de la ECA, enzima convertidora de angiotensina, nifedipina y clonidina. Pienso que es algo médico que se puede quitar para no confundir. Lo que está en amarillo se puede eliminar.

Del mismo modo, para algunos autores el uso de betabloqueantes en las primeras etapas del embarazo se asocia al retardo en el crecimiento fetal.

Recuerda que siempre debes consultar al médico respecto a la utilización de medicamentos durante el embarazo.

 

 

Lupus eritematoso sistémico (SLE)

 

Esta enfermedad autoinmune (situación anormal en que el sistema inmunológico —el sistema defensivo del organismo— ataca los propios tejidos del organismo) puede provocar síntomas similares a los de la artritis, enfermedades en los riñones, erupciones en la piel y otros problemas. Las mujeres embarazadas afectadas tienen un riesgo mayor de aborto espontáneo, retraso en el desarrollo del feto, parto prematuro y nacimiento sin vida.

No obstante, si los síntomas se controlan bien antes del embarazo, el riesgo de estas complicaciones será menor. Las mujeres con SLE deben consultar a su médico acerca del mejor momento para quedar embarazadas.

Ataques repentinos

Algunos medicamentos que se utilizan para controlar estos ataques incrementan el riesgo de tener un bebé con defectos congénitos. Durante una visita previa a la concepción, el médico podrá ajustar la dosis o cambiar el medicamento por otro más seguro. La mujer no debe dejar de tomar sus medicamentos contra los ataques repentinos sin consultar antes a su médico, ya que estos ataques también pueden ser nocivos para el feto.

 Fenilcetonuria (PKU)

Las mujeres que padecen esta enfermedad hereditaria no pueden procesar ciertas proteínas. Deben seguir un plan alimentario especial y estar bajo supervisión estricta antes del embarazo y durante este para prevenir el retraso mental y los defectos congénitos en su bebé.

 Enfermedad renal

Algunas mujeres con enfermedad renal grave pueden sufrir más daños en los riñones durante el embarazo y su bebé puede tener un riesgo elevado de muerte, nacimiento prematuro o crecimiento insuficiente.

Las mujeres con una enfermedad renal leve generalmente tienen embarazos saludables, aunque deben asegurarse de que su presión arterial esté bien controlada antes del embarazo y durante este.

Informaciones que debe considerar la mujer antes del embarazo

A la hora de planear un embarazo, la mujer debería estar informada también acerca de otros factores que inciden en la gestación:

  • La edad de la mujer al momento del embarazo. Si es antes de los 17 y después de los 35 años, puede haber mayor riesgo de malformaciones congénitas y enfermedades.
  • HIV. Es necesario descartar un diagnóstico de HIV e informarse acerca de sus modos de transmisión.
  • Toxoplasmosis. También es preciso descartar un diagnóstico de toxoplasmosis. En caso de que el diagnóstico sea negativo, pídele a tu médico que te dé información sobre los cuidados para evitar la infección.
  • Hepatitis B y rubéola. Es de gran importancia la vacunación contra estas enfermedades en caso de que la mujer no las haya tenido.
  • Tétanos. Se debe vacunar contra el tétanos con dos dosis durante al embarazo, alrededor de las 25 y las 30 semanas. Si la paciente hubiera recibido dosis previas, solo se indicará una dosis de refuerzo a las 25 semanas.

 

  • Investigar sobre presentaciones anormales al término. Ante presentaciones anormales, se deben buscar posibles causas, como malformaciones fetales, malformaciones uterinas, tumores, etc. Será necesario recurrir a la guía de prácticas, que es la que se  establecen de acuerdo a embarazadas y posibles patologías agregadas) establecidas para cada patología del embarazo.
  • Determinar la presencia de enfermedades de transmisión sexual (sífilis, otras), enfermedad de Chagas y otras infecciones, como así también afecciones odontológicas, que necesariamente deberán ser tratadas.
  • Asesorar respecto al momento de embarazo: deberá ser no antes de los 18 meses después del último parto.
  • Remarcar la importancia de la buena alimentación para prevenir el sobrepeso o el peso insuficiente, para lograr la ganancia adecuada de peso durante el embarazo y evitar que este factor sea causa de la mortalidad de la madre o del bebé.
  • Resaltar la importancia del no consumo de bebidas alcohólicas, drogas, tabaco, para lograr un desarrollo normal del feto.

 

Nutrición: recomendaciones generales  

 

Un nutricionista te puede sugerir cambios en tu estilo de vida y la alimentación adecuada para tu embarazo, como así también un peso que es saludable que alcances.

Será necesario tener en cuenta los puntos que se detallan a continuación.

 

Los líquidos en general

La importancia del ácido fólico

El ácido fólico es una vitamina del grupo B (vitamina B9) que se encuentra en algunos alimentos y en los suplementos vitamínicos.

Tener suficiente ácido fólico en tu cuerpo antes de quedar embarazada, puede prevenir hasta un 70% de algunos defectos de nacimiento graves, por ejemplo, en el cerebro y la columna vertebral de tu bebé. Uno de ellos es la espina bífida, un defecto de nacimiento de la columna, que puede producir la parálisis de la parte inferior del cuerpo, la falta de control del intestino y la vejiga, y dificultades en el aprendizaje. Otro tipo de defecto de nacimiento, que afecta el cerebro, es la anencefalia; si el bebé nace con vida, por lo general muere unos pocos días después del parto.

Ahora hay esperanza acerca de estos defectos de nacimiento, ya que muchos de ellos se pueden prevenir; basta con que las mujeres consuman suficiente ácido fólico todos los días para ayudar a formar el cerebro y la columna del bebé.

La falta de ácido fólico también puede producir anemia megaloblástica, que puede tener efectos sobre el peso al nacer y dar lugar a nacimientos pretérmino.

Los estudios también sugieren que el ácido fólico podría ayudar a evitar otros defectos congénitos, como labio leporino, paladar abierto y afecciones relacionadas con el corazón.

Una manera de asegurar la cantidad indicada diaria de ácido fólico es tomando suplementos vitamínicos que contengan ácido fólico.

Casi todos los multivitaminas que se venden tienen todo el ácido fólico que se necesita. Si estos suplementos afectan tu estómago, ingiérelos con las comidas o justo antes de acostarte. Otra opción es comprar pastillas que contengan solo ácido fólico: son pequeñitas y fáciles de administrar. Las vitaminas no te aumentan el apetito ni te hacen ganar peso. De todos modos, recuerda que tienes que consultar con tu médico.

Estas sugerencias están basadas en las recomendaciones del Instituto de Medicina (Institute of Medicine —IOM—) de la Academia Nacional de Ciencias (National Academy of Sciences) de los Estados Unidos, que podrán obtener todo el ácido fólico y otras vitaminas que necesiten.

Es posible obtener ácido fólico de los alimentos que consumes, pero  asegurarte lo suficiente cada día requiere de una atención esmerada. Eso quiere decir que si estás en edad fértil o embarazada, deberás ingerir si o si ácido fólico medicamentosamente , ya que con los alimentos es difícil cubrir si no va a un nutricionista.

El ácido fólico lo proporcionan el hígado, las legumbres, los brotes de soja, los espárragos, la palta, los maníes, el germen de trigo, las semillas de girasol y de zapallo, la levadura de cerveza en polvo. Muchos granos (el arroz, por ejemplo) y los productos derivados de ellos (la harina de soja, las pastas, el pan) están fortificados con ácido fólico. Un ejemplo son los cereales que comes en el desayuno; observa sus etiquetas: algunos contienen el 100% del ácido fólico que necesitas. Un plan alimentario bien balanceado, con frutas y hortalizas, siempre es importante.

A pesar del contenido de esta vitamina que tienen los alimentos, será necesario el consumo de ácido fólico por vía medicamentosa, ya que todos los alimentos ricos en ácido fólico tienen una biodisponibilidad del 50%. Los folatos, entonces, a diferencia de otras vitaminas y minerales, se absorben mejor en la forma de suplementos que en los alimentos.

Debes tener la precaución de no utilizar como método de cocción el hervido o de utilizar conservas, ya que esta vitamina se destruye fácilmente.

Las mujeres que ya hayan tenido un bebé con defectos del tubo neural deben consultar a su médico antes del siguiente embarazo, ya que deberían tomar una cantidad mayor de ácido fólico.

El Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos recomienda a toda mujer que planee un embarazo tomar 400 μg, si está en edad fértil, o de 600 μg, si está en la etapa periconcepcional.

En embarazos planificados se recomienda suplementar con 1 mg/día (1000 μg) de ácido fólico desde tres meses antes y continuar hasta la semana 12 de embarazo (3 meses de embarazo).

En Argentina se da en la primera consulta prenatal y hasta los tres meses postparto un suplemento que contiene 60 mg de sulfato ferroso y 400 μg de ácido fólico. Este ácido fólico tendría un rol en la prevención de anemias megaloblásticas, pero no en los defectos del tubo neural, donde la alimentación cobra un papel relevante, a través de la harina de trigo fortificada y alimentos fuente.

Los alimentos ricos en ácido fólico deben  consumirse diariamente—pero el  ácido fólico por vía oral es imprescindible la toma diaria.

Pero, para que sea efectivo, las mujeres necesitan consumir el ácido fólico un mes antes de quedar embarazadas y durante esas primeras semanas en que el bebé se está desarrollando. Por eso, debes obtener suficiente ácido fólico todos los días, incluso si no piensas tener un bebé sino hasta el mes entrante, el año entrante o más adelante, es decir, toda mujer en edad fértil que tenga una pareja estable y que no se cuide requiere el consumo diario de esta vitamina.

Todas las complicaciones que trae el no consumo de ácido fólico —por ejemplo, defectos de nacimiento— se pueden prevenir con el consumo suficiente de ácido fólico diario.

Por supuesto que nadie espera un embarazo no esperado, eso quiere decir que muchas veces una pareja no pretende la búsqueda de un embarazo y llega y por eso mismo, es necesario que la mujer en edad fértil que tenga pareja deba tomar si  o si ácido fólico por prevención. A pesar de ello, se conoce que la mitad de todos los embarazos no son planificados. Por eso debes tomar ácido fólico todos los días si existe cualquier posibilidad de que vayas a quedar embarazada, ya que, en el momento en que lo sepas, el cerebro y la columna de tu bebé ya se habrán formado.

El tubo neural se termina de cerrar entre las semanas 8 y 12 de embarazo y un embarazo no se detecta hasta la semana 6 aproximadamente. Por eso sería conveniente la complementación de alimentos como lo es la harina de trigo fortificada en Argentina.

Las mujeres que padecen diabetes o epilepsia y las obesas también tienen mayores riesgos de tener un bebé con un defecto del tubo neural. Las que presenten estas afecciones deben consultar con su médico antes de quedar embarazadas, ya que es posible que necesiten una dosis mayor de ácido fólico.

Por eso mismo, reitero, sería interesante, antes que te des cuenta de que estás embarazada, que tomases ácido fólico.

 

Los minerales

Es indispensable contar con adecuados depósitos de calcio, hierro y otros minerales, para que sean utilizados durante la gestación, ya que durante el embarazo aumentan las recomendaciones nutricionales. Esto asegura la buena nutrición tanto de la madre como del bebé.


Suplementación con hierro

 

  • Aproximadamente el 30% de las embarazadas no cubren las dosis recomendadas de hierro.

La OMS recomienda suplementación universal con hierro en embarazadas de 11 g/dl.

Aquellas embarazadas que realizan una suplementación adecuada de hierro durante el embarazo, presentan una hemoblobina en valores normales.

La dosis diaria es de 60 mg de hierro elemental y 400 mg de ácido fólico (más adelante en este capítulo te hablaré de la importancia de este nutriente).

 

Un plan alimentario variado y saludable

 

            Deberás incluir alimentos variados: lácteos descremados, carnes rojas (2 a 3 veces por semana), cerdo magro, pescados de mar y azules —como la caballa y el atún—, pollo sin piel, (privilegiando el cerdo y los pescados azules: 3 o 4 veces por semana), huevos, vegetales de todos los colores —crudos y/o cocidos al vapor, y sin olvidar los feculentos, como la papa, la batata y el choclo—, frutas —sobre todo crudas, con toda la pulpa y la cáscara, bien lavadas—, cereales integrales, pastas al dente, legumbres, etc.

No olvides las grasas saludables; las obtendrás a través de aceites de oliva y de semillas (girasol, maíz, soja, etc.) y de las frutas secas —almendras, nueces, maníes, etc.—.

Como ya sabes, debes incluir en particular los alimentos ricos en folato o ácido fólico: las verduras de hojas verdes, las legumbres, las naranjas y el jugo de naranja.
 

 ¿Por qué la mujer debe intentar alcanzar un peso saludable antes de quedar embarazada?

Las mujeres que comienzan el embarazo con sobrepeso o en condiciones de obesidad pueden estar expuestas a un riesgo mayor de padecer presión arterial alta (preeclampsia) y diabetes gestacional, de tener un bebé con ciertos defectos congénitos, de sufrir complicaciones antes y durante el parto y de dar a luz un bebé sin vida. También pueden tener mayor dificultad para quedar embarazadas.

Sin embargo, pueden reducir las probabilidades de tener estas complicaciones comenzando un programa alimentario y de actividad física para lograr un peso saludable antes de quedar embarazadas.

Aquellas mujeres que se encuentran por debajo de su peso normal pueden tener un mayor riesgo de tener un parto prematuro o un bebé con bajo peso al nacer.

La desnutrición puede disminuir la fertilidad, causar retardo de crecimiento fetal o parto prematuro. Por esta causa las mujeres desnutridas tienen hijos con un crecimiento y desarrollo más lento que el resto de la población, así como también puntajes menores en las pruebas de inteligencia.

Estas mujeres deberán consultar con su médico para aumentar el peso antes de quedar embarazadas.

Para disminuir riesgos, es necesaria la programación del embarazo, que incluye:

·          Evaluación del estado clínico nutricional, presencia de enfermedades cardiovasculares, neuropatía, oftalmopatía, neuropatía, patología tiroidea y otras.

·          Tratamiento de las enfermedades descompensadas.

·          Logro de un adecuado control metabólico, debiéndose mantener, desde tres meses previos a la gestación y durante el período de embarazo, la glucemia, la hemoglobina glicosilada y la fructosamina dentro de valores normales, y evitándose la hipoglucemia y la cetonuria.

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