¿Cómo se calcula el aumento de peso en la embarazada?
Antes se consideraba que una embarazada al finalizar su embarazo debía tener un aumento de nueve kilos.
Actualmente, el cálculo del peso que la mujer debe alcanzar se basa en el peso previo al embarazo y se relaciona con el índice de masa corporal (IMC), que es la relación entre el peso del individuo y su talla al cuadrado, en personas mayores de 18 años.
Peso actual
IMC = ——————-
Talla2
El peso previo a la gestación es un factor determinante del peso del recién nacido y del desarrollo de las complicaciones que ya he señalado.
Se piensa que el IMC óptimo al inicio del embarazo oscila entre 20 y el 25. Si el peso materno se encuentra debajo del rango inferior, se duplica el riesgo de que el recién nacido presente bajo peso y existe también un mayor riesgo de que sea prematuro.
La obesidad se asocia frecuentemente a infertilidad y a complicaciones obstétricas y fetales, como son macrosomía (el peso se encuentra por encima de un límite definido, en cualquier edad gestacional), diabetes gestacional (consulta en esta página sobre este tema), complicaciones en el parto, etc.
No se debe intentar reducir el peso corporal materno durante la gestación. Sin embargo, tratándose de madres obesas, hay estudios científicos que manifiestan lo contrario.
El Instituto de Medicina (IOM) de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, que ya he mencionado, recomienda que las mujeres obesas aumenten entre 5 y 9 kg durante el embarazo. Sin embargo, también asegura que, bajo supervisión de un médico y nutricionista, pueden aumentar mucho menos de lo recomendado para el embarazo e incluso adelgazar para cuidar su salud y reducir el riesgo de desarrollar complicaciones durante la gestación.
Este estudio fue publicado en la revista Obstetrics & Gynecology. El IOM recomienda que las mujeres obesas aumenten entre 5 y 9 kg durante el embarazo.
La realidad es que muchas mujeres obesas engordan mucho más de lo recomendado y pequeños ensayos clínicos con consejos nutricionales comenzaron a buscar cómo ayudarlas a controlar esos kilos de más.
Un equipo combinó los resultados de cuatro de esos ensayos y halló que las embarazadas obesas que recibían asesoramiento nutricional durante el embarazo, engordaban 6,3 kg menos que aquellas que no recibían orientación nutricional.
Y no hallaron pruebas de que el asesoramiento o el adelgazamiento ocasionaran alteraciones en el peso del bebé al nacer.
También en un estudio realizado por el Dr. Raul Artal se pudo comprobar que las mujeres obesas pueden mantener su peso de manera segura e incluso adelgazar hasta 5 kg sin que esto influya en el peso del bebé al nacer, que es la principal preocupación asociada con el control del peso durante el embarazo. Además, de acuerdo con el mismo estudio, así reducirían el riesgo de tener un bebé con peso superior al normal.
A pesar de todo, esto no significa que las embarazadas deban caer en dietas de revistas. La idea es que estén supervisadas por nutricionistas y que juntos organicen el plan alimentario adecuado, para no caer en carencias nutricionales.
Para un embarazo programado, el cálculo de aumento de peso es el siguiente:
Ganancia de peso durante el embarazo |
|
Categoría de peso según IMC inicial |
Durante los 9 meses (kg) |
Bajo peso (< 19,8) |
12,5 a 18 |
Peso normal (19,8 a 26) |
11,5 a 16 |
Sobrepeso (26-29) |
7 a 11,5 |
Obesidad (> 29) |
6 a 7 |
Mujeres portadoras de gemelos |
15,5 a 23 |
Fuente: Academia Nacional de Ciencias de Argentina 1994.
Lo ideal sería que las mujeres con bajo peso alcanzaran el valor superior de aumento de peso que indica la tabla, y las mujeres con sobrepeso u obesidad, el valor inferior.
No se recomienda un incremento menor de 6 kg en casos de obesidad, pero, bajo supervisión médico-nutricional, la mujer puede bajar de peso, si cubre todos los principios nutritivos.
Para las embarazadas de baja talla (menor de 1,57 m), se sugiere como límite los valores inferiores de los intervalos de ganancia de peso.
Para las adolescentes y las de raza negra los valores aconsejados serían los superiores.
Pongamos un ejemplo:
Peso = 73 kg.
Talla = 1,58 m
73 73
IMC = ————— = ———– = 29,2
1,58 x 1,58 2,5
¿Cómo se interpreta este resultado? Se trata de una embarazada que, por encontrarse en el rango de IMC de 26 a 29 de la tabla, debe aumentar entre 7 a 11.5 kg. No obstante, tomando en cuenta que tiene exceso de peso, sería interesante considerar el valor inferior, es decir 7 kg de aumento durante los tres trimestres. A pesar de esto, siguiendo las indicaciones de un nutricionista, podría aumentar menos kilos durante el embarazo sin perjudicar la evolución de este, si cubre todos los principios nutritivos.
Durante el embarazo el aumento deseado de peso sería el indicado por la tabla, teniendo en cuenta, también, la estructura corporal y el número de fetos.
¿Cuál sería el aumento de peso adecuado por trimestre?
- En el primer trimestre: No necesitas aumentar de peso. A veces se puede llegar a perder de 1 a 2 kg por los trastornos digestivos y los vómitos; y en el segundo trimestre esos kilos se recuperan.
- En el segundo trimestre: Se considera adecuado un aumento de alrededor de 6 kg al final del trimestre (de los cuales 2 son para el feto y los otros 4, para la madre —formación de tejidos maternos y retención de agua—).
- En el tercer trimestre: Los kilos ganados serán equivalentes al total indicado en la tabla, menos los 6 de aumento del segundo trimestre; si existió un descenso de peso en el primer trimestre, hay que considerarlo también. La ganancia de este trimestre es casi exclusiva para el feto y su medio.
El plan alimentario lo diseñarás con la asesoría de un nutricionista, para que puedas cubrir los principios nutritivos, posibilitar un aumento adecuado de peso y, con el correcto uso de los alimentos, evitar trastornos.
Una ganancia de peso inferior a 1 kg por mes requiere una evaluación cuidadosa de las causas y un tratamiento nutricional; se debe considerar si se cubren los principios nutritivos o no, para tomar medidas preventivas.
Una ganancia excesiva —superior a 1 kg por semana— habitualmente se asocia con retención de líquidos —edema leve—, que en las gestaciones normales puede aparecer en los miembros inferiores, debido a la compresión de los vasos sanguíneos y linfáticos en la pelvis. Esta situación, por sí sola, no hace necesaria la restricción de sodio.
En el caso de existir edemas o aumento de peso injustificado en forma brusca, se deberá estudiar si existe una patología que requiera algún tratamiento específico.
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Te espero.