Al inicio de la investigación, más de 10.000 participantes consumían más de cuatro copas diarias. La posibilidad de desarrollar cáncer estomacal en una década era dos veces mayor a la de los que bebían media copa de alcohol o menos por día.
Al considerar el tipo de alcohol consumido, el equipo observó que la cerveza, más que el vino o el licor, estaba asociada con el riesgo de desarrollar cáncer estomacal. No se observó la misma asociación en las mujeres, según confirma el equipo del doctor Eric J. Duell, del Instituto Catalán de Oncología, en Barcelona, España. Pero entre las participantes había menos bebedoras extremas que en el grupo de hombres.
Los resultados, publicados en American Journal of Clinical Nutrition, no prueban que el alcohol provoque cáncer estomacal en algunos varones.
De hecho, el riesgo absoluto es bajo: de unos 13.000 hombres y mujeres que bebían alcohol en exceso al inicio del estudio, sólo 33 desarrollaron cáncer estomacal durante el seguimiento.
Aun así, los expertos recomiendan beber con moderación, es decir, no más de dos copas diarias por día para los hombres y no más de una para las mujeres.
Beber en exceso está asociado con la aparición de cánceres de boca y garganta, además de otras enfermedades graves, como la cirrosis hepática.
El cáncer estomacal es poco frecuente en Estados Unidos. La Sociedad Estadounidense del Cáncer estima que este año se les diagnosticará la enfermedad a unas 21.500 personas.
El tabaquismo es uno de los factores de riesgo, pero el equipo de Duell halló una relación entre el consumo de alcohol y el cáncer estomacal, independientemente del hábito de fumar.
Y esa relación se mantuvo incluso luego de considerar la alimentación (el consumo de carnes rojas y procesadas está asociado con la aparición del cáncer de estómago) e infecciones con H. pylori, que es un tipo de bacteria que produce úlceras.
Si el consumo excesivo de alcohol causa cáncer estomacal, podría ser por una de las sustancias derivadas de la metabolización del alcohol, el acetaldehído, que el equipo describe como un carcinógeno humano.
Además, la cerveza contiene sustancias llamadas nitrosaminas, que causan cáncer en algunos animales.
Entonces, para los autores, es posible que la combinación de esas sustancias y el acetaldehído expliquen por qué la cerveza especialmente estuvo asociada en este estudio con el riesgo de desarrollar cáncer.
Fuente: American Journal of Clinical Nutrition Octubre 12, del 2011