La necesidad de comer fuera de casa, especialmente al mediodía por múltiples y variadas razones (distancia del hogar al trabajo, jornada partida, ahorro de tiempo) no tiene por qué suponer malos hábitos alimentarios. De hecho, convertir en hábito sano la obligación de comer fuera es posible, pero se debe aprender a evitar algunos errores y prestar atención a ciertas recomendaciones:
• Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugieren que se dedique un mínimo de 40 minutos para consumir la ración del mediodía.
• Tratar de programar una hora fija para acudir a comer, así como respetarla siempre que sea posible.
• Es preciso comer una gran variedad de alimentos, pero no en gran cantidad.
• Comer despacio y masticar bien favorece una mejor digestión de los alimentos y reduce la posibilidad de sufrir flatulencia o aerofagia.
• Evitar distracciones (lectura, televisión, conversaciones con el móvil) mientras se esté comiendo confiere la importancia que tiene al hecho de alimentarse.
• Si bebes alcohol, debes hacerlo con mucha moderación. No más de 1 vaso de vino o una cerveza (mejor si ésta es sin alcohol).