Edulcorantes inocuos y seguros

Edulcorantes inocuos y seguros

Por M. en C. Elvia Aguilar Esperanza

El reto de la industria es reemplazar el azúcar por Edulcorantes No Calóricos (ENC), pues las preferencias gustativas y hábitos alimentarios tienen gran influencia por lo dulce.

Según la encuesta IFICF 2012, 51% de las personas tratan de limitar el consumo de azúcar, a un 30% le interesa seguir una dieta saludable, para un 41% es una opción para diabéticos, y otro 40% reconoce que le ayuda a controlar su peso y salud.

Los azúcares proporcionan energía al organismo, así como sabor, color a la textura y también realizan funciones de conservación. Es así que su ausencia en la industria provocaría un producto sin sabor, por lo que cumplen funciones tecnológicas importantes. En México, los edulcorantes que más se utilizan son los calóricos o de alta densidad. Se habla de ellos porque se relacionan con la obesidad, diabetes y peso saludable. Algunos de los edulcorantes no calóricos son la Sacarina, Aspartame, Acesulfame K, Sucralosa, Neotame y Stevia, los cuales tienen un poder más dulce y alto que el azúcar, por lo que el uso requerido es en mínimas cantidades.

El consumo en México de azúcar y fructuosa ha disminuido 3.2%. La distribución del consumo es: 42% por parte de la industria, 28% discrecional (no está controlado) y 30% consumo nativo. En cuanto al consumo estimado de Edulcorantes Calóricos (EC) por sector va en el siguiente orden: panes, dulces, jugos y refrescos, lo cual indica que tan sólo el consumo de Edulcorantes No Calóricos (ENC) llega a 16% de la población, a diferencia de los calóricos que llega a 84%.

EDULCORANTES NO CALÓRICOS
Como se sabe, se trata de sustancias o aditivos alimentarios que confieren sabor dulce a los alimentos. En el país están regulados para su consumo por la COFEPRIS, y cubren los requisitos de seguridad para su Ingesta Diaria Admisible (IDA) sin aportar un riesgo para la salud. Los ENC son una alternativa que se adapta a las circunstancias actuales para obtener alimentos y bebidas que satisfagan las necesidades de una población cambiante. Por lo que, se ha reconocido que su consumo tiene beneficios adicionales.

Sin embargo, una de las grandes discusiones con respecto de los ENC es su inocuidad. Muchos piensan que hacen daño, otros que sólo son para enfermos. Por ello, es importante aclarar que la IDA es la que se aprecia sin ningún riesgo sobre la salud del consumidor. El valor de ingesta diaria es aprobado por los organismos reguladores y ratifica amplio margen de seguridad para que todos los consumidores tengan la certeza de que no les causará ningún tipo de daño.

Existen requisitos clave para aprobar un ENC: debe haber evidencia científica en cuanto a que su uso es seguro para los propósitos al que se destina; estimar la ingesta diaria a partir de los productos en los que se encuentre; también se debe establecer la evaluación de dosis-respuesta.

REGULACIÓN ALIMENTARIA: PABI y ANSA
Como industria se han hecho compromisos para disminuir el consumo de azúcar, sodio, grasas saturadas y grasas trans, lo cual también tiene que ver con la reducción del tamaño de las porciones de los alimentos. Para ello, ha adquirido compromisos internacionales de limitación y regulación de publicidad para menores. En México, el Código de Autorregulación de Publicidad de Alimentos y Bebidas No Alcohólicas dirigida al Público Infantil (Código PABI), tiene como objetivo que la publicidad no se dirija exclusivamente a la población infantil. Éste se aplica bajo la supervisión del Consejo de Autorregulación y Ética Publicitaria (CONAR).

El Código PABI es una herramienta que constituye un esfuerzo importante, pues marca una tendencia positiva en el cumplimiento de sus lineamientos por parte de la industria que servirán como base para proponer acciones de mejora y ajustes a una nueva reglamentación y marco legal de regulación.

Asimismo, de acuerdo con el estado alimentario de la población a nivel nacional, la autoridad sanitaria creó mesas de trabajo y se propone llevar a cabo campañas para educar mejor al individuo para que haga un consumo responsable de productos. En esa línea, lo ideal es realizar un cambio en la regulación para introducir en las escuelas el consumo de ENC, los cuales durante los últimos años se ha demostrado que no son dañinos.

Por otro lado, también se cuenta con el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria (ANSA), una de las tantas estrategias contra el sobrepeso y la obesidad. Este acuerdo tiene como propósito contribuir en el problema de Salud Pública que enfrenta el país, a través de acciones múltiples dirigidas entre la industria, la autoridad, asociaciones de profesionales de la salud, la academia y el consumidor, con el objeto de mejorar el consumo responsable de alimentos y bebidas, así como la promoción de la práctica de actividad física constante a lo largo de las diferentes etapas de la vida.

El análisis de la evidencia nacional e internacional estableció 10 objetivos para una política efectiva en este campo:
1.    Fomentar la actividad física en la población en los entornos escolar, laboral, comunitario y recreativo con la colaboración de los sectores público, privado y social.
2.    Aumentar la disponibilidad, accesibilidad y el consumo de agua simple portable.
3.    Disminuir el consumo de azúcar y grasas.
4.    Incrementar el consumo diario de frutas y verduras, leguminosas, cereales de granos enteros y fibra en la dieta, aumentando su disponibilidad, accesibilidad y promoviendo su consumo.
5.    Mejorar la capacidad de toma de decisiones informadas de la población sobre una dieta correcta a través de un etiquetado útil, de fácil comprensión y del fomento del alfabetismo en nutrición y salud.
6.    Promover y proteger la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad, y favorecer una alimentación complementaria adecuada a partir de los seis meses de edad.
7.    Disminuir el consumo de azúcares y otros edulcorantes calóricos añadidos en los alimentos, entre otros aumentando la disponibilidad y accesibilidad de alimentos reducidos o sin edulcorantes calóricos añadidos.
8.    Disminuir el consumo diario de grasas saturadas en la dieta y reducir al mínimo las grasas trans de origen industrial.
9.    Orientar a la población sobre el control de tamaños de porción recomendables en la preparación casera de alimentos, poniendo accesibles y a su disposición alimentos procesados que se lo permitan e incluyendo en restaurantes y expendios de alimentos, tamaños de porciones reducidas.
10.    Disminuir el consumo diario de sodio, reduciendo la cantidad de sodio adicionado y aumentando la disponibilidad y accesibilidad de productos de bajo contenido o sin sodio.

Dentro de la industria, la mayoría de las compañías toman en cuenta el Código PABI y el ANSA, así como regulaciones internacionales antes de lanzar cualquier tipo de producto –mismo que hasta que no esté aprobado no se puede sacar al mercado–, para ello la función de los organismos y las dependencias reguladoras. En México, todos los productos que están y que salgan al mercado deben cumplir con las regulaciones que marca la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y de la Secretaría de Economía, en donde la industria tiene dos responsabilidades: el cumplimiento regulatorio que garantiza la inocuidad del producto y el compromiso de informar verazmente, así como adherirse al Código PABI y el ANSA, con el propósito de ayudar a resolver problemáticas multifactoriales como la obesidad, impulsar la actividad física, apoyar eventos deportivos, llevar a cabo iniciativas y generar programas integrales en cuanto a bienestar, salud y una alimentación equilibrada.

ALTERNATIVAS Y PROPUESTAS DE LA INDUSTRIA
La industria de alimentos siempre se encuentra a la vanguardia de las nuevas tendencias internacionales en los nuevos productos, siempre velando por la salud del consumidor. En este sentido, atiende las necesidades de la sociedad, la cual está cada vez más consciente del cuidado de su salud y la importancia que tiene mantener un peso adecuado aunado a un control en el consumo de calorías dentro de un estilo de vida saludable.

De ahí, una de las propuestas fue la creación de un grupo de expertos para llevar a cabo dos estudios. Uno lo lideró la Federación Mexicana de Diabetes (FMD) para crear un documento respecto del papel que juegan las bebidas en la dieta saludable, el cual aborda no sólo a los edulcorantes sino también a todas las bebidas en general. El otro es un documento específico para tratar la seguridad y el consumo de ENC en pediatría y lo encabezó la Confederación Nacional de Pediatría (CONAPE). En ambos documentos se ha estado trabajando, uno es un documento de posición y el otro es de consenso, es decir, 25 instituciones se reunieron para trabajar y llegar a acuerdos para definir cómo abordar el tema y darle difusión.

En cuanto a impulsar el consumo de los ENC, la industria siempre está buscando lo que desea el consumidor y requiere el mercado, para ello se realizan estudios para identificar las categorías que están creciendo más y conocer la necesidad del consumidor, es decir, dónde requiere específicamente un producto sin azúcar. Es así como se empiezan a desarrollar los productos y la industria conoce las categorías  con incidencia importante en el consumidor, por ejemplo el yogur y los productos lácteos, los cuales se están convirtiendo en una alternativa para la vida actual.

En ese sentido, se están creando productos que satisfagan necesidades particulares, que contengan un valor nutrimental y, sobre todo, que ofrezcan lo que se busca de un producto: bajo en calorías, sin calorías, reducidos en grasa y en sodio, etcétera. No sólo se trabaja con azúcares, también en todo lo que el consumidor requiere, lo que genera un reto  tecnológico muy fuerte, pues un queso sin sal no se puede fabricar, esto significa que a algunos productos es imposible quitarles el azúcar, la grasa o el sodio al 100%. Sin embargo, una de las cosas que principalmente está haciendo la industria es escuchar al consumidor. Un producto no sale al mercado sino es por solicitud del mismo mercado, es decir, que lo esté demandando para satisfacer o cubrir un segmento de mercado, un estilo de vida, gustos, preferencias o, bien, porque es una necesidad generalizada.

RETOS Y TENDENCIAS DE CONSUMO
Las tendencias cambian día tras día, pues depende de la vida diaria de cada consumidor. Actualmente 80% de las mujeres trabajan, por lo tanto está creciendo el mercado de congelados y de comida preparada lista para consumirla. De aquí que la tendencia la marca siempre el estilo de vida que tiene la sociedad y,  sobre todo,  el entorno en el que se desenvuelve. Otro aspecto que influye es la situación económica de cada país. Entonces, la innovación y desarrollo de nuevos productos se está dando por los requerimientos del consumidor, el medio ambiente y las tendencias globales.

El crecimiento del consumo en hogares de ENC se estima que alcanza un ritmo del 20 al 25% anual. La industria en prácticamente cuatro años ha duplicado la cantidad de productos elaborados/endulzados/preparados con ENC, por lo que la tendencia de desarrollo de estos productos se estima elevada. Este esfuerzo no sólo se ha hecho en caramelos o bebidas, sino ya en todas las categorías como lácteos, confitería, cereales y otros como aderezos, mermeladas y jaleas.

Fuente: alimentación.enfasis.com

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