La mayoría de las personas consideran que los alimentos salados están compuestos por una mayor cantidad de sal. Sin embargo, estos tienen en su composición química azúcares escondidos que harán que las personas tengan más necesidad de recurrir a lo dulce.
La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir un máximo de 6 cucharaditas (25 gramos) de azúcar agregada por día.
Sin embargo, cuidarse con los platos y bebidas dulces no es suficiente para mantenerse saludable.
La comida salada procesada, también contiene azúcar agregada y a veces un solo plato puede llegar a superar lo recomendado para todo el día.
Uno de los motivos por los cuales se endulza la comida salada es bien conocido por quienes alguna vez prepararon una salsa de tomate: el azúcar ayuda a mejorar y balancear el sabor.
Por otra parte, existen motivos prácticos, el azúcar ayuda a extender la fecha de vencimiento de algunos alimentos y estratégicos, el azúcar puede generar adicción y dependencia.
A considerar y leer las etiquetas nutricionales
Uno de los desafíos para controlar el consumo de azúcar es detectarlo en las etiquetas nutricionales de los alimentos, ya que puede aparecer bajo diferentes nombres. Todas las denominaciones terminadas en osa: glucosa, galactosa, dextrosa, fructosa, entre otras y por ejemplo el xirope de maíz (alto en fructosa industrializada, etc. son los ingredientes peligrosos para aquellas personas que son adictas a los dulces, ya que estimulan las papilas gutativas, el páncreas y los intestinos.
No dejar de considerar que los edulcorantes también ejercen esa acción.
Los edulcorantes artificiales pueden provocar la liberación de insulina, incluso cuando no se consume azúcar. Esto provocará una retención de glucosa que hará que ganemos peso y que tengamos muchas probabilidades de tener diabetes.
Estudios demuestran que las personas que beben bebidas light ganan más peso que las que no. A pesar de que este tema también es muy debatido debido a las alteraciones que este tipo de refrescos provocan en el comportamiento psicológico, como el ansia por consumir azúcar .
A pesar de las pruebas, estos cambios en los niveles de insulina en sangre en personas sanas no están tan claros.
Analicemos qué cantidad de azúcar tienen los alimentos salados que a continuación se detallan:
- 2 rebanadas de pan integral: contienen 1 cucharadita de té de azúcar.
- 1 taza de sopa de tomate: contiene 6 cucharaditas de las de té de azúcar.
- 1 plato de pollo agridulce con arroz: contiene 10 cucharaditas de las de té de azúcar.
Una recomendación más estricta
La cantidad de azúcar que comemos es fundamental para preservar la salud.
Desde fines de los años 80, la OMS aconseja que el consumo de azúcar agregada (distinta a la que existe de forma natural en las frutas, verduras y leche) no supere el 10% o 50 gramos de la ingesta calórica total diaria.
Sin embargo, actualmente, de ser posible”, esa cantidad debía bajar a la mitad: 25 gramos.
“Tenemos evidencias sólidas de que reducir a menos del 10% el consumo diario de azúcar agregada disminuye el riesgo de sobrepeso, obesidad y caries”.
Aprender a interpretar el etiquetado nutricional es fundamental. Por suerte, muy pronto tendremos el etiquetado frontal de alimentos para poder conocer cómo está compuesto realmente el alimentos.
Los nutricionistas deberemos estar atentos a los errores que pudieran existir y pensar que las industrias son hábiles para que los alimentos sigan vendiéndose de todas maneras.
Está en cada uno en no dejarse seducir y consultar con un Lic. en Nutrición, quien tiene la tarea de enseñar sobre Nutrición saludable y Educación Alimentaria.