Los probióticos son bacterias vivas y activas que, además de hacer posible la fermentación de los alimentos, tienen grandes beneficios para la salud. Existen pruebas que respaldan su uso para determinados trastornos intestinales, para ser utilizado en obesidad y para mejorar el sistema inmunológico, entre otros.
Los probióticos son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar las bacterias “buenas” (microbiota normal) del cuerpo. Los prebióticos son alimentos (generalmente con alto contenido de fibra) que actúan como nutrientes para la microbiota humana.
De acuerdo con el gastroenterólogo John K. Dibaise, de la Clínica Mayo, también es posible que influyan en otras áreas de salud, como la obesidad y la regulación del sistema inmunológico.
¿Cuáles son algunos beneficios que fueron comprobados?
- Mejoran la digestión. Los probióticos eliminan toxinas y gérmenes, evitando que se acumulen y dañen los intestinos u otros órganos, según Betty Kovacs, del New York Obesity Nutrition Research Center.
- Podrían ayudar a prevenir el cáncer. Al eliminar toxinas y gérmenes, los probióticos protegen las células del intestino, reduciendo los daños y evitando la aparición de tumores, señaló Linda Brady, de la Universidad de Minnesota.
- Mejoran el sistema inmune. Las colonias de bacterias benéficas de los intestinos mejoran la respuesta inmune del cuerpo, al estimular la producción de glóbulos blancos, organismos destinados a combatir gérmenes e infecciones, explicó Honglin Dong, de la Universidad Reading, en Inglaterra.
- Combaten las alergias. Las reacciones alérgicas se deben a un desbalance en el sistema inmunológico. Ante ello, una cantidad adecuada de probióticos en el intestino es capaz de regular su funcionamiento y disminuir este tipo de episodios, aseveró Elizabet Furrie, del Hospital Ninewells, en Inglaterra.
- Reducen el colesterol. El consumo regular de probióticos reduce significativamente los niveles de colesterol malo —o LDL—, pues modifica la forma en la que las grasas son metabolizadas en el intestino, de acuerdo con Mary Sanders, del Human Microbiome Project.
Los probióticos son buenos cuando se eligen bien. Cuando compras fíjate en el rótulo nutricional, en las letritas chiquitas; ahí está la trampa ya que muchos de ellos están cargados de sustancias que no son beneficiosas como azúcares escondidos, grasas de mala calidad y sal y esto hará que se convierta en un obstáculo para la salud.
Antes de incorporarlos a tu dieta, consulta con un especialista en nutrición cuáles son los productos ideales para ti. Deja que te cuidemos los que sabemos.