Un reciente estudio reveló que en el país se bebe casi la mitad de agua que en Brasil y México. Además, de los tres países, la Argentina es el que recibe mayor aporte calórico a través de infusiones y bebidas azucaradas.
Los argentinos consumen muy poca agua pura, a pesar de que es la bebida más saludable y económica que existe. Ingieren la misma cantidad de líquido que Brasil y México, pero una menor proporción de agua pura: en promedio, 0,42 litros por día (apenas 2 vasos), casi la mitad que en los otros dos países.
Los datos surgen de un estudio que lideró el Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (Cesni) que comparó el patrón de ingesta de líquidos de los tres países. La investigación, difundida en el marco del último Congreso Latinoamericano de Nutrición, en Cuba, mostró el bajo consumo generalizado de agua en Brasil (0,83 L/d) y México (0,73 L/d), mientras que en la Argentina los adultos ingieren entre 1,5 y 2 vasos menos de agua cada día.
El doctor Esteban Carmuega, director del Cesni, remarcó que “el bajo consumo de agua en la Argentina tiene su correlato en el alto consumo de bebidas e infusiones azucaradas. El azúcar que consumimos en la Argentina a través de los líquidos equivale a entre 14 y 18 sobrecitos de azúcar”. En efecto, en la Argentina se ingieren cada día más de 430 calorías a través de bebidas e infusiones azucaradas, 36% más que en Brasil (320 calorías, el equivalente a 13 sobrecitos de azúcar) y 23% más que México (354 calorías, 14 sobrecitos).
Los tres países exceden ampliamente las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que indica que el total de calorías diarias provenientes de azúcares simples debería ser menor al 10% (incluyendo el azúcar que se ingiere de otros alimentos como mermeladas, golosinas, dulces, etc.). La reducción de azúcar en la ingesta diaria forma parte de la estrategia mundial de la OMS para prevenir enfermedades crónicas.
Tal como refirió Carmuega, “al cabo de un año, un argentino en promedio habrá incorporado casi 157 mil calorías adicionales a través de las bebidas e infusiones, lo que representa un tema a considerar en la agenda pública, si tenemos en cuenta que en nuestro país el 54% de la población presenta sobrepeso u obesidad”.
“Las bebidas y las infusiones azucaradas, que son las preferidas por los argentinos, suman calorías ‘vacías’, sin valor nutricional”, subrayó el especialista, quien agregó que, lamentablemente, “en el estudio, en los tres países más poblados de la región se observa algo similar: bajo consumo de agua pura y alto aporte de calorías a través de bebidas e infusiones; en la Argentina, la situación se acentúa aun más”.
“Lo más simple y concreto que puede hacerse en la propia casa para promover una mejor calidad de vida y favorecer hábitos de hidratación más saludables es volver a poner la jarra de agua en el centro de la mesa familiar. Ésa es una verdadera medida para cuidar a tus seres queridos y promover una nutrición más sana”, remarcó Carmuega.
“El patrón de ingesta de bebidas debe formar parte de las estrategias centrales para promover una vida saludable. Es importante beber al menos 2 litros de líquido por día, preferentemente agua. Es la alternativa más económica, se encuentra al alcance de la gran mayoría de la población, y para elegirla sólo es preciso incorporar buenos hábitos de hidratación en todas las etapas de la vida”, concluyó el especialista.
En promedio, los argentinos superan las recomendaciones nacionales de cantidad de ingesta, pero continúa habiendo un tercio de la población que no alcanza ese nivel de consumo; sobre esa población es necesario trabajar.
En cuando a los niños de nuestro país, es preocupante que el estudio comparativo reveló que las bebidas azucaradas son la primera elección de este grupo. “Tenemos una oportunidad de oro durante la infancia y la adolescencia, cuando los chicos pueden incorporar buenos hábitos que los acompañarán toda su vida”, señaló el especialista. “Tenemos que implementar estrategias rápidamente para revertir esa tendencia. De lo contrario, en el futuro próximo nos enfrentaremos con una problemática inclusive mucho más acentuada que la actual”, agregó.
Medidas sencillas que pueden tomar los padres para que sus hijos incrementen el consumo de agua pura pueden ser ofrecerles siempre un vaso cada mañana en el desayuno, asegurarse de que en la heladera nunca falte el agua fresca, llevar una botella o cantimplora a la escuela, ofrecerles agua mientras juegan o hacen los deberes escolares.
El mate, la infusión nacional, tiene un rol central en la hidratación de la población: 750 ml de las bebidas que se toman a diario en la Argentina (casi el 30%) corresponden a esta infusión. No obstante, en el 50% de los casos al mate se le agrega azúcar, lo que lo convierte en una fuente más de calorías no nutritivas. “Aumentar la proporción de agua pura en la ingesta de líquidos y tomar mate amargo puede contribuir notablemente a disminuir las calorías incorporadas a través de líquidos”, detalló Carmuega.
Más allá de las medidas que pueden tomarse en el plano familiar y personal, para que la ingesta saludable de líquidos cobre la relevancia que se merece en el marco de un plan nutricional, también es preciso contar con políticas de estado al respecto. Sobre este punto, el doctor Carmuega enfatizó que “es importante abordar la problemática desde el plano educativo, para que en la escuela se promuevan mejores hábitos y se llevan adelante campañas específicas para aumentar la disponibilidad de agua y fomentar que niños y jóvenes elijan el agua para hidratarse. Es importante lograr que el agua sea la primera opción, la más accesible, la más a mano”. La mejora en los hábitos en este grupo impactará también sobre el núcleo familiar y sobre las decisiones acerca de qué bebidas se incluyen en la mesa a la hora de la cena.
Afortunadamente, la ingesta de líquidos está posicionándose como un eje ineludible en los eventos científicos de referencia a nivel local, regional y mundial. Si esta tendencia se mantiene, de aquí a 10 años toda la comunidad de especialistas vinculados a la nutrición estará más formada y convencida acerca de la necesidad de fomentar hábitos de hidratación saludable como una medida concreta y efectiva de salud pública.
Acerca del estudio
Se compararon investigaciones realizadas con idéntica metodología: por la Argentina, se tomó como base el Estudio HidratAR, realizado en 2009, aunque para homologar los grupos etarios, se consideró la participación de 666 personas durante 7 días (y no la totalidad del universo original); por Brasil, dos estudios efectuados en 2008 con 2705 participantes durante dos días cada uno, y por México, un trabajo de 2009 con 3222 sujetos durante 7 días. Los relevamientos se llevaron a cabo en las principales ciudades de dichos países, y tuvieron por objeto medir la cantidad y tipo de líquidos consumidos por la población. Los datos analizados fueron los correspondientes a personas de entre 4 y 55 años de edad.
Fuente: Saludable