Anís: una planta que se considera Saborizante y con propiedades medicinales.
No excederse: Considerarlas como medicamentos.
Los frutos se suelen usar para dar sabor a ciertos productos de panadería y en licorería. Sin embargo contiene un 80 a 90% de anetol, cuya sustancia proporciona propiedades medicinales:
- Propiedades Digestivas: Combate las digestiones difíciles del bebé y otras alteraciones intestinales. En adultos se puede utilizar para el dolor de estómago, las malas digestiones o los espasmos digestivos.
- Carminativas: Ayuda a la eliminación de la flatulencia ( gases)
- Diutéticas: Combate la retención de líquidos aumentando la eliminación de orina.
El anís era ya cultivado en el Antiguo Egipto y las semillas se las utilizaba como diurético, para tratar problemas digestivos y aliviar el dolor de muelas.
En Grecia, Dioscórides (siglo 1), escribió que el anís “calienta, seca, disuelve, facilita la respiración, alivia el dolor, provoca orina y calma la sed”.
¿Cómo utilizarlo?
En infusiones como por ejemplo:
- Infusión de anís verde: Verter los frutos de anís (1 g) o una bolsita –filtro, en cantidad suficiente de agua recién hervida en ebullición para 1 taza. Transcurridos los 5 – 10 minutos se puede ingerir.
- Preparado con anís estrellado de la China: Añadir una estrella de anís (aproximadamente 1 g), una bolsita filtro o 1 cucharadita del producto (aproximadamente 1 g) a una taza de agua hirviendo. Tapar, dejar reposar 5 minutos y filtrar. Se suele ingerir después de las comidas principales.
– En lactantes y niños menores de 2 años: 1 cucharada sopera de infusión.
– Niños de 2 a 6 años: 4 cucharadas soperas.
– Niños de 6 a 12 años: Media taza de infusión.
– Adultos: 1 taza de infusión.
RECOMENDACIONES:
No tomar las plantas medicinales a la ligera. Considerarlas como medicamentos.
Seguir las recomendaciones de la dosificación.
Evitar los tratamientos prolongados.
Consultar a profesionales especializados en fitoterapia, especialmente cuando el uso es para lactantes, embarazadas o mujeres que están amamantando.
Tener presente que la planta medicinal puede interactuar con otros medicamentos.
No olvidar que algunos preparados pueden contener metales pesados tóxicos o fármacos no declarados.
Comprar en centros reconocidos. Cuando se noten efectos adversos, interrumpir su uso y consultar con el médico especialista en Fitoterapia.
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