Cómo evitar atragantamientos

Una de las causas más frecuentes de atragantamiento en los adultos son los alimentos mal masticados.

Mantener una conversación animada, mientras se come sin prestar atención, podría ser una escena típica de algunas de las celebraciones de estas fiestas navideñas. Sin embargo, es una de las causas más frecuentes de atragantamiento en adultos.; del mismo modo que dejar que los niños corran, caminen, se tumben o jueguen con la comida en la boca puede ser peligroso. El atragantamiento ocurre de manera inesperada y puede provocar asfixia e, incluso, ser mortal. En este artículo se describe cómo evitar atragantamientos en adultos y niños y la importancia de saber reaccionar con rapidez.

¿Quién no se atragantado alguna vez? Cuando un cuerpo extraño o un trozo de comida quedan atrancados en la garganta o las vías aéreas, impide el paso del oxígeno a los pulmones y, en consecuencia, al cerebro. Este órgano es muy sensible a la falta de oxígeno; tanto, que algunas de sus células dejan de funcionar en menos de cinco minutos de interrumpirse su suministro. Esta situación provoca una hipoxia cerebral que puede conducir a daño cerebral grave e, incluso, a un desenlace fatal.

¡Cuidado con la comida!

En los adultos, una de las causas más frecuentes de atragantamiento son los alimentos mal masticados, sobre todo trozos de carne, o por tragarse sin querer alguna pieza pequeña que se sostenía con los labios, como tornillos. Para evitar accidentes, los especialistas recomiendan en las personas adultas:

  • Cortar los alimentos en trozos pequeños.
  • Poner atención en masticar: hacerlo de forma lenta y cuidadosa, sobre todo, si se usan prótesis dentales.
  • Evitar reírse y hablar animadamente o discutir de manera acalorada mientras se mastica y se traga.
  • No consumir en exceso bebidas alcohólicas antes y durante las comidas.

Para los adultos al cuidado de niños pequeños, desde la Asociación Española de Pediatría aconsejan poner atención en los siguientes puntos:

  • Alejar de los niños, y en especial de los menores de tres años, jugetes(canicas) y objetos pequeños (joyas, tornillos pequeños, pilas de botón) y globos para hinchar.
  • Cuando se compren jugueteses importante respetar la edad recomendada por el fabricante, y no adquirir los que contengan piezas pequeñas en los artículos de juego de niños de menos de cinco años.
  • Evitar que el pequeño corra, camine, juegue o se tumbe con trozos de comida o con algún objeto en la boca. Es aconsejable que permanezcan sentados mientras comen.
  • Hay que vigilar al niño mientras come, y evitar que los hermanos mayores le den alimentos o juguetes que puedan producir un accidente.
  • Los menores de cinco años no deberían comer alimentos que les puedan provocar atragantamiento, como caramelos pegajosos o duros, frutas secas, trozos de carne o queso, uvas, palomitas de maíz o zanahorias crudas.
  • Es importante, tanto para evitar accidentes como para una buena digestión, tomarse tiempo para enseñar a los niños a masticar bien y lento y a comer sin prisa.

Primeros auxilios ante un atragantamiento: maniobra de Heimlich

Golpear la espalda de la víctima, a pesar de ser una práctica casi instintiva, lejos de ayudarla, puede empeorar la obstrucción de las vías aéreas. Tampoco hay que intentar extraer el cuerpo extraño de la boca a ciegas.

Ante esta contingencia, lo primero que hay que hacer es animar a la víctima a que tosa repetidamente. Si el problema persiste y no para de toser o tiene arcadas, no mejora la respiración, la tos es muy débil o si su piel se vuelve azulada, hay que llamar centro de urgencias de su obra social u Hospital, sin perder tiempo.

No obstante, ante un atragantamiento, se pueden practicar primeros auxilios a la víctima mientras llegan los servicios de emergencias. La única actuación para desobstruir las vías respiratorias bloqueadas recomendada por la American Heart Association es la maniobra de Heimlich. Aunque se puede utilizar en todas las edades, los especialistas no la aconsejan en niños menores de un año. Pero, ¿cómo hacerla?

  1. 1. Pregunta a la persona si se está ahogando, y observe si puede hablar. Si tose con fuerza y puede hablar, no realice la maniobra, pues una tos potente puede desalojar el objeto causante.
  2. 2. En caso contrario, póngase detrás y rodéela con sus brazos a la altura de la cintura.
  3. 3. Coloque un puño por el lado del pulgar por encima del ombligo, o por debajo del esternón. Si la víctima es una mujer embarazada o una persona obesa, el puño se pone en el tercio inferior del esternón (donde se hace el masaje cardíaco).
  4. 4. Sujete el puño con la otra mano y haga compresiones rápidas y hacia arriba y hacia adentro, con el fin de impulsar de manera brusca el aire hacia arriba y facilitar la expulsión del cuerpo extraño.
  5. 5. Realice las compresiones hasta que el objeto salga.
  6. 6. Si la persona pierde el conocimiento, déjela en el suelo y compruebe que no tenga ningún cuerpo extraño en la boca. Si respira, colóquela de costado sin dejar de vigilarla; en caso contrario, empiece con las  maniobras de reanimación. La falta de oxígeno por atragantamiento puede provocar paro cardíaco.

Fuente: Consumer.es

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