Mitos y verdades para los deportistas
Los atletas necesitan es cierto que necesitan una cantidad extra de proteínas para aumentar la fuerza y la resistencia? FALSO.
¿Cuáles son los motivos?
La proteína es la materia estructural primaria de nuestros cuerpos, pero es una fuente pobre de energía inmediata para las personas activas.
Muchos atletas, incluso los profesionales, consumen, de 4 a 8 veces más proteínas de las que necesitan diariamente.
Sólo se necesitan entre 40 y 80 g de proteínas diarias. De 2 a 5 veces menos de las que probablemente ingiere el deportista diariamente.
Lo llevo a un ejemplo: 180 g de atún al natural proporciona aproximadamente 45 g de proteínas, casi el 100 % de la cuota proteica diaria.
Si el deportista consume más proteínas que las que necesita, es decir, mucho más de las que el cuerpo puede asimilar cada día, antes que sean absorbidas por la sangre, los ácidos y enzimas internos la digieren y disuelven en sus componentes (aminoácidos) y cadenas cortas de aminoácidos (péptidos).
El cuerpo utiliza estos pequeños ladrillos de proteínas para muchas funciones, incluidas el mantenimiento y reparación de las células y tejidos, la elaboración de otras enzimas que ayudan a digerir más proteínas, conservación de la potencia del sistema inmunológico, la constitución de nuevos tejidos en el momento y lugar que el cuerpo exija y muchos, más procesos sustentadores de la vida.
Una vez que la economía doméstica del cuerpo ha sido realizada, los restos de proteínas se convierten en grasas y azúcares, almacenados luego en diversas partes del cuerpo.
Es decir: el exceso de proteínas produce cuerpos más gordos y no más musculosos y grandes.
El metabolismo de las proteínas libera productos de desecho tóxicos (amoníaco) que contribuyen al producto final del metabolismo proteico: la urea, sustancia tóxica.
Por eso, si el deportista consume más proteínas de las que necesita para asimilar (entre 40 y 80 g diarios) los riñones y el hígado deberán trabajar más para desintoxicar y eliminar esos venenos potenciales.
Al producir el cuerpo mayor cantidad de orina para desprenderse del aumento de amoníaco y de urea, a medida que el cuerpo se deshidrata pierde junto a los desechos minerales vitales (potasio, calcio, magnesio).
El potasio ayuda a controlar la temperatura muscular, el flujo sanguíneo y la conducción nerviosa.
El calcio fortalece los huesos y produce una adecuada función muscular.
El magnesio, ayuda a regular la contracción muscular y a la conversión de los hidratos de carbono en energía.
Por eso, ingerir más proteínas de las necesarias (más de 80 g diarios) muchas veces, puede entorpecer claramente la resistencia y rendimientos atléticos mediante la deshidratación y la pérdida de minerales esenciales.