El lupus eritematoso sistémico (LES), es una enfermedad inflamatoria en donde el sistema inmunológico ataca a sus propios tejidos. El LES, puede afectar las articulaciones, la piel, los riñones, los glóbulos, el cerebro, el corazón y los pulmones. Las personas con lupus deben seguir una alimentación personalizada, saludable y controlar su peso, para prevenir enfermedades cardiovasculares, reducir los factores inflamatorios y mejorar el sistema inmune.
La nutrición desempeña un papel muy importante a la hora de prevenir, tratar y controlar las enfermedades. Por eso, si padeces de la enfermedad de lupus o conoces a alguien que la tenga, es muy importante conocer una serie de pautas que permiten cuidar la alimentación.
De todos modos, aun no habiendo desarrollado esta enfermedad, no descuides los hábitos dietéticos. De este modo podrás reducir la incidencia de esta y de otras muchas patologías de carácter complejo que pueden condicionar tu estilo de vida.
¿Qué es el lupus?
El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad autoinmune, de origen desconocido en la que el cuerpo no reconoce los agentes infecciosos, por lo tanto, se ataca así mismo. Se presenta con brotes que pueden ser leves o graves dependiendo de la persona. Es una enfermedad sistémica, lo que significa que produce síntomas en diferentes tejidos del cuerpo humano.
Además, puede asociarse a enfermedades como osteoporosis, daño a los riñones, diabetes, hipertensión y enfermedad cardiovascular, por lo que es muy recomendable que la persona diagnosticada con lupus vigile su dieta y realice cambios favorables en sus hábitos que le permitan mejorar su calidad de vida y evitar contribuir al desarrollo de estos padecimientos colaterales.
¿Cómo afecta la dieta en el lupus?
Hay que saber que algunos medicamentos para tratar esta enfermedad producen un aumento del apetito que se traduce en una ganancia de peso. Los glucocorticoides interfieren con la absorción de calcio, zinc, potasio, vitaminas B6, C y D, produciendo pérdida de músculo e afectando el balance normal del azúcar en sangre. Como consecuencia, se produce un incremento de los depósitos de grasa en el cuerpo.
Por el contrario, también puede haber pérdida de peso o disminución del apetito y malestares gastrointestinales como acidez, malestar estomacal, náusea, vómito o úlceras dolorosas en la boca.
Para evitar las pérdidas proteicas, se recomienda vigilar el aporte proteico. Garantizar la presencia de estos nutrientes en la dieta en las cantidades adecuadas reduce el riesgo de desarrollar sarcopenia, de acuerdo con una investigación publicada en la revista Nutrition Research.
Vitamina D
La vitamina D participa en la regulación del calcio en el cuerpo, por lo que es responsable del mantenimiento de huesos y dientes fuertes. Es muy importante esta vitamina para las personas con lupus, ya que deben evitar la exposición al sol, por ello, deben consumirla en la alimentación.
Como señala un estudio publicado en Autoinmunity Higlights, el déficit de vitamina D podría tener efectos negativos sobre la respuesta inmune de los pacientes.
Se encuentra presente en leche enriquecida, yema del huevo, hígado, pescado azul y aceites de hígados de pescado. Es importante limitar el consumo de cafeína a un máximo de 3 tazas de café al día, o refrescos o té con cafeína, ya que disminuye la absorción de la vitamina D.
Ácido fólico
El metrotrexato usado en el tratamiento del lupus puede provocar la deficiencia de folatos, por lo tanto, se aconseja el suplemento de ácido fólico para proteger contra trastornos gastrointestinales y mantener una óptima producción de glóbulos rojos.
En los alimentos, el ácido fólico se encuentra en verduras de hoja verde, perejil, legumbres y frutos secos. No consumir el suplemento conjuntamente con té, ya que impide absorber la vitamina.
Calcio
Como hemos dicho anteriormente, las personas con lupus tienen mayor riesgo de padecer osteoporosis, según un artículo publicado en la revista Current Health Sciences Journal. Esto se debe a que esta enfermedad la padecen mayoritariamente mujeres, y suelen realizar poca actividad física debido al dolor y fatiga propia de la enfermedad. También puede ocurrir debido a la deficiencia de vitamina D que, a su vez, produce un déficit de calcio.
Los alimentos con mayor concentración de calcio son los lácteos, los vegetales de hoja verde, los garbanzos, las almendras, las sardinas y las semillas vegetales. También hay que tener en cuenta que se debe consumir a parte del café, alcohol y tabaco, pues dificultan su absorción.
Ácidos grasos omega-3
Consumir ácidos grasos omega 3, tiene un efecto antiinflamatorio, además del impacto en el control de las dislipidemias; por ello, las personas con lupus deben de seguir una dieta alta en este ácido graso, que se encuentra en el aceite de linaza, aceite de soja, nueces y pescado azul.
¿Qué debo evitar?
Sodio, dieta y lupus
El exceso de sal se asocia a la hipertensión y al aumento de la excreción de calcio en la orina, lo cual aumenta el riesgo de osteoporosis. Los alimentos que se deben evitar son:
- Carnes embutidas.
- Quesos maduros.
- Alimentos en conserva.
- Cremas o sopas de sobre.
- Salsas industriales y de soja.
- Alimentos altamente procesados.
Restricción de calorías
No es aconsejable para las personas con lupus realizar dietas estrictas, ya que la restricción de calorías en la dieta acelera las enfermedades autoinmunes. La Academia Nacional de Ciencias recomienda una dieta de 1800-2000 kcal por día para las personas sedentarias con lupus.
Alfalfa, dieta y lupus
Las personas con lupus deberían evitar la alfalfa , ya que se han asociado brotes de lupus. Estos efectos pueden incluir dolor muscular, fatiga, resultados anormales de las pruebas de sangre, cambios en el funcionamiento del sistema inmunitario y problemas renales.
Cuida la dieta para manejar el lupus
Finalmente, es primordial tener en cuenta que las necesidades nutricionales pueden variar en cada paciente, en función de su edad y condición. Por eso, aunque se pueden tener en cuenta estas recomendaciones, lo mejor es consultar con un profesional sanitario.