Alimentos y bebidas que quitan la energía, que aumentan la insulina y dan ansiedad

Muchos son los alimentos que quitan la energía, que aumentan la insulina y como resultado producen ansiedad. En esta nota te cuento algunos que ocasionan esta problemática.

¿Te falta energía? Puede ser que te falten nutrientes.

La alimentación es un factor determinante en nuestra energía, junto con la calidad del sueño y la práctica de ejercicio físico regular. De esa manera podremos frenar estados de ansiedad.

Un alimento por más que sea bueno no hace magia. Se necesita un conjunto de cambios de hábitos que harán que nos sintamos mejor.

Algunas personas cuando se sienten sin fuerzas, preguntan sobre qué vitaminas o antioxidantes pueden incluir, esto no siempre da resultados ya que somos únicos y necesitamos nutrientes en cantidades diferentes de acuerdo a la problemática.

¿Cuáles son los alimentos y bebidas que debes evitar para que no perjudiquen tu salud y la energía? 

Azúcar refinado:

Se encuentra en numerosos alimentos, desde bollería, snacks y repostería a muchísimos ultraprocesados, panes, jugos industriales, bebidas azucaradas y otros que ni siquiera sospechas, como algunas salsas industriales o la salsa de tomate procesada, por poner algunos ejemplos. “El azúcar aporta calorías vacías, no aporta nutrientes.

El azúcar va rápido a la sangre y el organismo se defiende generando insulina y ocasiona un gasto energético, ya que luego de 30-40 minutos que se ingirieron, la glucosa baja de golpe y ahí comienza el estado de decaimiento.

Por eso hay que evitar el azúcar refinado y azúcares libres, también presentes en alimentos que creemos saludables, como los licuados de fruta, y elegir carbohidratos de buena calidad como los cereales integrales: arroz, trigo burgol, quinoa, cocidos al dente y también verduras frescas, sobre todo crudas o cocidas al dente, frutas con sus cáscaras bien lavadas y con su pulpa, no en jugos, ya que estos hidratos se absorben lentamente y ayudará a que estemos saciados y evitará cambios bruscos en la energía del cuerpo.  

Grasas hidrogenadas y trans:

La energía viene de la mano de los hidratos de carbono y de las grasas.

No hay que evitarlos, pero sí saber cuáles incluir y de qué manera.

El cuerpo quiere las dos fuentes de energía, de hidratos de carbono y de grasas, además de un consumo adecuado de proteína que construye y repara la masa muscular, que deben estar en equilibrio.

Por eso, hay que elegir grasas de buena calidad, las que provengan de pescados azules, cerdo ibérico, aceite de oliva extra virgen y frutos secos.

Evitar las grasas hidrogenadas y trans que quitan la energía; estas son las que les incluye la industria a alimentos para extender la vida útil, la tienen muchos alimentos ultraprocesados, por eso es indispensable leer las etiquetas hacer comparaciones entre los mismos productos y evitar este tipo de grasas, por ejemplo, que se encuentran en alimentos ultraprocesados, en esnacks salados. “Por decirlo de forma sencilla, nuestro cuerpo es incapaz de decodificar las grasas trans e hidrogenadas: nuestras células no las entienden. No ocurre lo mismo con las poliinsaturadas y saturadas de buena calidad, que son beneficiosas para el organismo. 

Productos procesados:

Un estudio realizado por la Universidad de Londres y publicado en el British Journal of Psychiatry señala que una dieta alta en alimentos procesados aumenta el riesgo de padecer depresión. La investigación, realizada con unos 3.500 empleados públicos con una edad media de 55 años, concluye que “consumir frutas, vegetales y pescado podría ofrecer protección contra el desarrollo de síntomas depresivos, mientras que una dieta rica en carne procesada, productos azucarados, chocolates, fritos, cereales refinados y productos lácteos altos en grasa podría aumentar la vulnerabilidad de la gente ante esta enfermedad”.
En este sentido, un estudio realizado por la Universidad de Pittsburg concluyó que las personas con niveles bajos de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 tenía un riesgo más elevado de sufrir depresión y mal humor. Este ácido graso se encuentra sobre todo en los pescados azules, aunque también en nueces, semillas de lino y chía y en las algas. Para estar saludables, es importante un consumo equilibrado entre ácidos grasos omega-3 y omega-6 (aproximadamente una parte de omega-3 por dos de omega-6), aunque en las dietas occidentales suele haber un predominio del omega-6 muy por encima de lo recomendado. “Si se da una prevalencia de los omega-6, presentes en algunos aceites vegetales y por tanto en gran parte de productos procesados, se pueden dar procesos inflamatorios en el organismo. Esto no solo hará que estemos más cansados, sino que también incrementará el riesgo de padecer determinadas enfermedades. 

 

Alcohol:

Algunos creen que da energía, que ayuda a descansar mejor y que al día siguiente se logra más energía. Según un estudio publicado en la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Researchrealizado por científicos de la Universidad de Melbourne, el sueño que se obtiene tras la ingesta de alcohol no es reparador, y cuando se consume alcohol continuadamente, los efectos que produce pueden ser acumulativos y dar lugar a un sueño interrumpido. A pesar de que pueda ocasionar inicialmente estados de energía y euforia, el alcohol es un depresor del sistema nervioso, y que perjudicará nuestra energía. Ultimos estudios concluyen que sólo una copa incrementa el riesgo de padecer numerosas enfermedades.

 

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