De ninguna manera. Si el cerebro no recibe grasa y glucosa, el individuo va a sentir la sensación de hambre. Si al hipotálamo le falta hidratos o lípidos, lleva al organismo a ahorrar para que consuma menos calorías.
Asimismo, los aceites proveen ácidos grasos esenciales, que el organismo no los fabrica y que los incorpora mediante alimentos para la formación de las hormonas y las membranas de las células. Los lípidos también participan en la absorción y el transporte de vitaminas liposolubles y son fuente de energía.
Lo que sí es cierto es que hay que consumirlos con moderación ya que aportan 9 calorías por gramo y debes preferir los de origen vegetal (girasol, maíz, soja, uva, canola, oliva y chía.