Según un estudio estadounidense que publica la revista Journal of Food Science en su última edición, para aprovechar su máxima capacidad antioxidante y sus propiedades nutritivas es mejor tomar los maníes con piel.
La piel supone en torno al 3% de la semilla de un maní o cacahuete, y suele desecharse cuando se tuestan o cuando se usan para fabricar mantequilla de cacahuete, un producto muy consumido en Estados Unidos. Sin embargo, al quitar la piel se elimina también gran parte de los compuesto fenólicos que nos protegen del estrés oxidativo, implicado en numerosas enfermedades, entre ellas el cáncer.
Revista muy interesante