El sodio es un mineral que se encuentra en una gran variedad de alimentos. Nuestro cuerpo lo necesita en pequeñas cantidades para funcionar adecuadamente. Su principal función radica en la intervención de las funciones de nervios y músculos, así como en ayudar a mantener el equilibrio adecuado de los líquidos. A continuación, Fernanda Zimmerman, nutrióloga del Instituto de Nutrición y Salud de Kellogg´s® nos hablará más de esto.
Los riñones son los encargados de regular el equilibrio de sodio y líquidos en nuestro cuerpo. Cuando los niveles de sodio son bajos, los riñones conservan el sodio dentro de nuestro cuerpo. Pero, si sus niveles son altos, excretan el exceso por la orina. El consumo excesivo de sodio ocasiona que los riñones no lo puedan eliminar, por lo que se acumula en la sangre; igualmente, provoca que nuestro cuerpo retenga agua y como consecuencia, que aumente el volumen de sangre. Este volumen aumentado hace que el corazón necesite trabajar más para bombear sangre a todo el cuerpo, lo que en consecuencia origina una elevación de la presión arterial, que a su vez puede dar origen a otros problemas de salud.
• Una buena medida para moderar el consumo de sodio es quitar el salero de la mesa y evitar adicionar más sal a la comida que sirves en tu plato.
• Si consideras que necesitas mucha sal para sentir el sabor de los alimentos, empieza a disminuir paulatinamente la cantidad que utilizas en su preparación. Poco a poco te acostumbrarás a comer menos sal.
• Una excelente y saludable opción para sazonar los alimentos es utilizar especias, ya sean combinadas o las que más te agraden, como por ejemplo pimienta, comino, cilantro, perejil, nuez moscada, orégano, entre otras. Utiliza también ajo y cebolla, natural o en polvo, para potencializar el sabor de los alimentos.
El sodio en la industria se usa como conservador o potenciador de sabor, por lo que muchos alimentos pueden contenerlo. Revisa siempre las etiquetas de los productos que consumes.
Procura no sobrepasar la ingesta de 2 gramos de sodio al día. A veces ingerimos sodio sin percatarnos, pero pequeños cambios en nuestras elecciones favorecerán su correcto consumo. Acude con un profesional de la salud si tienes dudas de cómo equilibrar los alimentos que deseas comer y al mismo tiempo garantizar una adecuada ingesta del mineral.
Fuente: Instituto de Nutrición y Salud Kellogg’s
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