Tenemos tres principios nutritivos importantes: Hidratos de Carbono, Proteínas y Grasas: Necesarios para cumplir funciones importantes en nuestro organismo y prevenir enfermedades, siempre y cuando se consuman en cantidades apropiadas. Si no consumimos hidratos de carbono, podemos caer en carencias o enfermedades, por ejemplo, constipación, depresión, falta de energía, entre otras.
¿Se pueden prevenir enfermedades sin la fuente indispensable de fibra que proveen tanto los vegetales como las frutas y los cereales integrales, por ejemplo?
Los carbohidratos son la principal fuente de energía para el cerebro. Po eso cuando se reduce el consumo de hidratos de carbono, el cerebro funciona con menos “combustible” al tener pocas reservas de glucógeno y cuando éste se agota, tu cuerpo transforma la grasa y va a liberar cuerpos cetónicos (cetonas), que son pequeños fragmentos de carbono que producen el mal aliento, sequedad bucal, cansancio, debilidad, mareos, insomnio, náuseas y confusión mental.
Cuando no consumimos hidratos de carbono; se pierde más agua que grasas, se pierde peso. Cuando los carbohidratos se almacenan en forma de glucógeno, cada gramo de reservas de carbohidratos almacena tres a cuatro veces su peso en agua.
Niveles de energía pueden disminuir: Los hidratos de carbono como los granos enteros, son
buena fuente de hierro, magnesio y vitaminas del grupo B, las cuales son
fundamentales para mantener tus niveles de energía. Si faltan los hidratos de
carbono, que son la fuente preferida de combustible del organismo el
funcionamiento será más lento.
Constipación: Los granos enteros, el salvado de trigo, las legumbres,
las frutas y verduras crudas, presentan fibra necesaria para prevenir la
constipación, estabilizar los niveles de azúcar en sangre, reducir el riesgo de
obesidad y enfermedades crónicas.
Mal humor: Los carbohidratos junto con los alimentos ricos en triptófano como la
banana, aumentan los niveles cerebrales del neurotransmisor serotonina, como la banana, el pavo, la leche, pescado,
huevos, queso tofu, soja, semillas de sésamo, girasol, ajonjolí y de calabaza,
las nueces, el maní entre otros, favorecen el estado anímico. Por ello, cuando
dejas de consumir estos alimentos, tu buen humor se puede resentir.
Cuando realizamos actividad física necesitamos energía proveniente de los
hidratos de carbono. Cuando no los tenemos, hay una baja de energía,
disminuyen los niveles de hidratos de carbono almacenados en tu cuerpo, y con
ello se reduce también tu fuerza y potencia.
Pero no todo es malo. Hay algo bueno en todo esto: Un estudio publicado en ‘American Journal of Clinical Nutrition’ apunta que el alza de los niveles de azúcar en el cuerpo, provocado por los carbohidratos, activa los centros de adicción en el cerebro, lo que genera adicción posterior cuando se eligen los hidratos de carbono provenientes de los alimentos industrializados, no de los naturales. De ahí la importancia de excluirlos y saber elegir cuáles debemos incorporar a la alimentación diaria y semanal, como ser, verduras y frutas crudas sobre todo, cereales integrales, legumbres, semillas, entre otros.
Fuente: RPP Noticias