La desinfección busca de reducir a través de productos químicos y/o métodos físicos, los microorganismos en el medio ambiente o en la superficie, a un nivel que no ponga en riesgo la salud. Por eso mientras la limpieza no se debe mezclar productos incompatibles para evitar reacciones químicas peligrosas.
- Lavandina y amoníaco: La combinación produce un gas altamente tóxico: cloramina. Su inhalación puede producir daños severos en el aparato respiratorio y ardor en los ojos.
- Alcohol en gel y lavandina: la combinación produce: cloroformo y ácido clorhídrico, ambos muy tóxicos. Inhalar los vapores que producen pueden dañar los ojos, piel, pulmones, riñones hígado y sistema nervioso.
- Lavandina y vinagre: El vinagre tiene un ácido que al mezclar con la lavandina genera un gas tóxico: gas cloro, que puede provocar quemaduras graves en los ojos y en las vías respiratorias.
- Bicarbonato y vinagre: El vinagre es ácido y el bicarbonato alcalino, cuando se unen se neutralizan, que puede causar una explosión en recipiente cerrado.
- Vinagre y agua oxigenada: La mezcla genera ácido paracético, que en concentraciones elevadas, irrita y daña la piel, ojos, garganta, nariz y pulmones.
- Lavandina y agua oxigenada: La combinación da como resultado: cloratos o percloratos, que se utilizan en explosivos. Los cloratos por una reacción exotérmica, que genere calor, podrían provocar una explosión.
- Lavandina y agua caliente: Esta combinación logra que se evapore el cloro y no se va a lograr el efecto que se busca que es la desinfección, generándose emanaciones que pueden causar intoxicación e irritación de las mucosas.
- Lavandina y lavavajillas detergentes: Si combinamos lavandina con limpiavidrios, limpiadores WC o lavavajillas, produce gas cloro. La mínima exposición a este gas causa problemas respiratorios y oculares.