El hígado graso o la esteatosis hepática no alcohólica es una afección hepática que se caracteriza por la acumulación de grasa en el hígado. Es difícil diagnosticar ya que las personas que la padecen, no presentan síntomas evidentes, sólo signos digestivos -hinchazón abdominal después de comer, plenitud o digestiones pesadas y largas- que se relacionan como molestias digestivas.El tratamiento es clave para evitar complicaciones crónicas graves como la cirrosis o, incluso, el cáncer de hígado.
El hígado graso es una acumulación anómala de ciertas grasas (triglicéridos) en el interior de las células hepáticas. Las personas con hígado graso pueden sentirse cansadas o tener malestar abdominal leve, pero por lo demás no tener síntomas.
El 90% de las personas con síndrome metabólico (3 factores de riesgo: HTA, diabetes, obesidad, cintura prominente, etc) están predispuestas a padecer hígado graso.
Hay que realizar una selección adecuada de nutrientes.
- Evitar el exceso energético, para favorecer la pérdida de peso corrigiendo si existe exceso de peso u obesidad.
- Buen aporte de fibra: logra el retraso del vaciamiento gástrico dando más saciedad y controlando el apetito.
Además, limita el aumento de la glucemia después de las comidas y a controlar la resistencia a la insulina, habitual en las personas afectadas de hígado graso.
- En almuerzos y cenas, incluir gran variedad de verduras, sobre todo crudas y/o cocidas al vapor, para preservar el valor nutricional. Las verduras de hoja verde son protectoras del hígado. También frutas crudas con cáscara bien lavada y o aquella que tengan pulpa.
- Elegir cereales integrales: arroz, trigo burgol, quinoa, cus cus.
- Legumbres: dependiendo de la tolerancia de 2 a 3 veces por semana.
- Evitar los azúcares industrializados: como los terminados en osa glucosa, galactosa, fructosa, jarabe de maíz, jugos y alimentos aún los que son dietéticos, etc,ya que todos estos azúcares, disminuyen la sensibilidad a la insulina y aumenta los triglicéridos y ácidos grasos libres, lo cual conduce a esteatosis hepática es decir al hígado graso. Se asocian directamente a los trastornos metabólicos.
- Evitar las bebidas alcohólicas: el alcohol es un tóxico hepático, un órgano dañado por la inflamación y el cúmulo graso.
- Selección de grasas saludables: Aporte suficiente de ácidos grasos omega 3. Aquellas personas con sobrepeso u obesidad pueden tener más propensión a padecer enfermedades cardiovasculares, de ahí la importancia de elegir grasas buenas (pescados azules: caballa, semillas de lino, aceite de soja, de canola, nueces).
- Aceite de oliva extra virgen: 2 cucharadas de las de postre por día solo para condimentar las ensaladas (rico en ácidos grasos monoinsaturados)
Si se eligen mal los alimentos se va a acumular grasa y habrá inflamación hepática.
Por eso, es importante que la orientación de los alimentos y sus formas de preparación te asesore un Lic en Nutrición para corregir errores y facilitar la mejoría o curación.
Lic. Alicia
Crocco Nutricionista. Periodista Médico de la SAPEM de la AMA. Escritora y
Productora del Programa de TV ALIMENTA TU VIDA. Emitido por Metro. Canal 8 de
Cablevisión. Domingos 20:00 horas y repeticiones diarias excelentes.
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