Existen algunas verduras y frutas que se recomienda que las compres congeladas. Esta nota te hará conocer cuáles son las ventajas respecto al consumo de las frescas y algunas herramientas para que las aproveches al máximo.
Por qué comprar frutas y verduras congeladas
La congelación es un excelente método que nos permite extender el período de tiempo en el que podemos consumir los alimentos, ya que es un proceso que retrasa el deterioro de los alimentos evitando que los microorganismos se desarrollen. Congelar alimentos es como presionar un “botón de pausa” que extiende el tiempo que contamos para consumirlos.
Frente a la góndola, al ver un paquete de frutas o verduras congeladas, podemos pensar todo el proceso que hubo detrás y los beneficios que este procesamiento nos aporta. Las frutas y verduras congeladas fueron cosechadas en su momento óptimo de maduración, previamente lavadas, peladas y cortadas, lo cual nos ahorra tiempo y facilita la preparación de comidas, ya que vienen listas para cocinar y/o consumir. Además, el congelamiento frena la actividad enzimática (peroxidasa) y/o reacciones químicas y permite que frutas y verduras se puedan disfrutar todo el año, independientemente de la estación, y que conserven su color, olor, sabor y textura. Otro aporte que nos ofrece la congelación es que no se genera desperdicio, ya que se aprovecha todo el alimento, se puede utilizar solo lo que se va a consumir y guardar el resto para otra comida (siempre y cuando el descongelado no haya sido completo).
Preguntas frecuentes
Se suele pensar que las opciones frescas son mejores porque son “naturales”, más nutritivas o “más sanas”. En relación a esto, a continuación respondemos algunas preguntas frecuentes en torno a las frutas y verduras congeladas.
¿Las frutas y verduras congeladas tienen aditivos (conservantes)?
No. A las frutas y verduras congeladas industrialmente no se les adicionan conservantes porque son congeladas a través de un proceso llamado congelado rápido individual (Individual Quick Freezing – IQF, en inglés). Tampoco tienen sal agregada, a diferencia de las verduras enlatadas cuyo medio de conservación es la salmuera (agua y sal).
En cambio, cuando se congela en casa (principalmente frutas) suelen agregarse algunas sustancias que actúan como conservantes; por ejemplo: azúcar, almíbar y jugo de limón. Estas sustancias se adicionan con el fin de evitar el pardeamiento enzimático (aparición de color marrón).
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¿Las frutas y verduras congeladas son igual de nutritivas que las frescas?
Las frutas y verduras congeladas son igual o más nutritivas que las frescas, esto se debe al poco tiempo que pasa entre que son cosechadas y congeladas. Además, al congelarse rápidamente esto también contribuye a que conserven sus nutrientes durante los meses de almacenamiento en el freezer.
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Luego de esta breve introducción, lo prometido en el título de esta nota: ejemplos de frutas y verduras que se recomienda comprar congeladas.
Consejos para la compra de frutas y verduras congeladas
• Chequear que el termómetro del freezer esté a -18°C o menos.
• Las frutas o verduras deben estar sueltas en el interior del envase, es decir no deben estar compactadas (con excepción de la acelga y la espinaca).
• El envase no debe tener escarcha o hielo en el exterior. Puede suceder que los envases que están más cerca de la puerta del freezer tengan escarcha, esto se debe al cambio de temperatura que se produce cada vez que se abre la puerta. Es por esto que se recomienda elegir los envases que están en la parte de atrás del freezer.
• Chequear y respetar la fecha de vencimiento que figura en el envase. Es importante recordar que si bien la congelación es un método de conservación de alimentos que aumenta considerablemente la vida útil de los mismos, no detiene totalmente el crecimiento y desarrollo de microorganismos, sino que los hace más lentos. Es por eso que debemos chequear y respetar la fecha de vencimiento que se indica en el paquete de las frutas y verduras congeladas.
• Comprar al final de nuestro recorrido en el comercio para que no pierdan la cadena de frío o se vayan descongelando y guardarlas en el freezer ni bien llegamos a casa. También podemos llevar una bolsa térmica para el traslado desde el comercio a casa.
Fuente: infoalimentos