GLP-1 y obesidad: lo que toda persona necesita saber desde la nutrición

La ciencia avanza, pero la alimentación sigue siendo el eje para lograr y mantener una salud verdadera. ¿Qué son los GLP-1 y por qué están cambiando el tratamiento de la obesidad y la diabetes? Una mirada desde la nutrición basada en evidencia.

Introducción:

Los nuevos tratamientos con GLP-1 generan esperanza, pero solo un abordaje integral que incluya la nutrición puede sostener resultados duraderos.

Por Lic. Alicia Crocco – Nutricionista especializada en obesidad y enfermedades asociadas

Desarrollo:

¿Qué es el GLP-1?

El GLP-1 (péptido similar al glucagón tipo 1) es una hormona intestinal que se libera naturalmente en el cuerpo después de comer, especialmente cuando los alimentos llegan al intestino delgado. Pertenece a un grupo de sustancias llamadas incretinas, que ayudan a regular los niveles de glucosa en sangre.

El GLP-1 cumple varias funciones clave:

  • Estimula la secreción de insulina cuando los niveles de glucosa están elevados.
  • Inhibe la liberación de glucagón, otra hormona que eleva el azúcar en sangre.
  • Retarda el vaciamiento gástrico, lo que genera mayor saciedad.
  • Actúa sobre el sistema nervioso central, reduciendo el apetito.

Debido a estas funciones, se lo ha investigado y utilizado en forma de análogos sintéticos (medicación inyectable u oral) para el tratamiento de diabetes tipo 2 y más recientemente para el manejo de la obesidad.

¿Por qué se desarrollaron fármacos que imitan el GLP-1?

Ante estos efectos beneficiosos, se crearon análogos del GLP-1: medicamentos que imitan su acción pero con una duración más prolongada en el organismo. Si bien se utilizaron inicialmente para tratar la diabetes tipo 2, su capacidad para inducir pérdida de peso llevó a su aprobación también en personas con obesidad (con o sin diabetes).

Estos medicamentos pueden ser de aplicación semanal o diaria, y en algunos casos también están disponibles por vía oral. Actúan modulando el apetito y facilitando la pérdida de peso a través de mecanismos fisiológicos, no por acción estimulante ni por restricción artificial del apetito.

Beneficios comprobados

Estudios clínicos controlados han demostrado que los análogos del GLP-1 pueden generar:

  • Reducción del peso corporal entre un 10% y 15% en tratamientos prolongados.
  • Mejora del control glucémico en personas con diabetes tipo 2.
  • Reducción del riesgo cardiovascular, especialmente en pacientes con obesidad y antecedentes cardíacos.
  • Disminución de la presión arterial y mejora del perfil lipídico en ciertos casos.

Referencias destacadas:

  • Wilding J.P.H. et al. Once-Weekly Semaglutide in Adults with Overweight or Obesity. N Engl J Med. 2021;384:989–1002.
  • Davies M.J. et al. Effect of Once-Weekly Semaglutide on Cardiovascular Outcomes. Lancet. 2021;397(10280):1831–1840.

Limitaciones y advertencias

Si bien los resultados son prometedores, es fundamental tener en cuenta lo siguiente:

  • No reemplazan una alimentación adecuada ni el cambio de hábitos.
  • Pueden presentar efectos adversos gastrointestinales: náuseas, vómitos, diarreas o constipación.
  • No están exentos de contraindicaciones en personas con antecedentes de pancreatitis, ciertos tipos de cáncer tiroideo o enfermedades digestivas específicas.
  • El costo y el acceso son aún una barrera importante, especialmente en países de América Latina.
  • El efecto sobre el peso no es permanente: si no hay un cambio de hábitos, hay riesgo de recuperar los kilos perdidos al suspender el tratamiento.

Enfoque nutricional: clave para resultados sostenibles

El tratamiento con GLP-1 puede facilitar el descenso de peso al reducir el apetito, pero no educa ni transforma la relación con la comida. Por eso, el acompañamiento nutricional es indispensable:

  • Reeducar la alimentación: enfocar el plan en alimentos reales, saciantes y antiinflamatorios.
  • Evitar la dependencia emocional de la medicación para controlar la ingesta.
  • Identificar deficiencias nutricionales en personas que comen menos por el efecto del GLP-1.
  • Incorporar proteínas suficientes, fibras solubles e insolubles, grasas saludables y evitar ultraprocesados, especialmente aquellos con azúcares ocultos que alteran el metabolismo.
  • Sostener el cambio en el tiempo: trabajar en motivación, metas realistas y manejo del estrés, factores muchas veces vinculados a la obesidad crónica.

¿Qué dicen las guías más recientes?

Las principales asociaciones médicas, como la American Diabetes Association (ADA) y la European Association for the Study of Obesity (EASO), recomiendan los análogos de GLP-1 como herramienta terapéutica válida en personas con obesidad grado II o superior, especialmente si existe comorbilidad (diabetes, hipertensión, dislipidemia).

Sin embargo, coinciden en que el eje sigue siendo el cambio de estilo de vida, centrado en la alimentación, el movimiento y el bienestar emocional.

Conclusión:

Los tratamientos con GLP-1 representan una herramienta útil y respaldada por la ciencia para personas con obesidad y diabetes tipo 2. Pero su efectividad real y duradera depende del contexto en el que se utilicen. La nutrición personalizada, la conciencia alimentaria y el compromiso con el cambio siguen siendo irremplazables.

La solución no está solo en una medicación, sino en el poder de tus decisiones diarias. Alimentarte bien es la forma más profunda de cuidarte.

Bibliografía científica consultada

1- Wilding, J. P. H., Batterham, R. L., Calanna, S., Davies, M., Gøtzsche, P. C., Lingvay, I., et al. (2021). Once-weekly semaglutide in adults with overweight or obesity. New England Journal of Medicine, 384(11), 989–1002.

2- Davies, M. J., Bergenstal, R., Bode, B., Kushner, R. F., Lewin, A., Skjøth, T. V., et al. (2015). Efficacy of liraglutide for weight loss among patients with type 2 diabetes: The SCALE Diabetes Randomized Clinical Trial. JAMA, 314(7), 687–699.

3- Rubino, D., Abrahamsson, N., Davies, M., Hesse, D., Greenway, F., Jensen, C., et al. (2021). Effect of continued weekly subcutaneous semaglutide vs placebo on weight loss maintenance in adults with overweight or obesity. JAMA, 325(14), 1414–1425.

4- Nauck, M. A., Meier, J. J. (2019). Incretin hormones: Their role in health and disease. Diabetes, Obesity and Metabolism, 21(Suppl 1), 5–21.

5- American Diabetes Association. (2024). Standards of Medical Care in Diabetes – 2024. Diabetes Care, 47(Supplement_1), S1–S300.

6- European Association for the Study of Obesity (EASO). (2023). Obesity Management Guidelines for Primary Care Providers. EASO Position Statement.

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