Persona con gesto de preocupación sosteniendo la cabeza, representando el impacto del estrés en la salud y en el aumento del azúcar en sangre.

El estrés puede disparar tu azúcar, más allá de la alimentación

¿Sabías que el estrés puede aumentar tu azúcar en sangre tanto o más que lo que comes? Descubre por qué controlar tus emociones es clave para una salud metabólica equilibrada, según estudios actuales.

Introducción:

Cuando hablamos de controlar la glucosa, solemos pensar en eliminar el azúcar, reducir harinas o hacer ejercicio. Sin embargo, estudios recientes confirman que el estrés crónico es un factor fundamental que puede elevar los niveles de azúcar, incluso en personas con buena alimentación.

Por la Lic. Alicia Crocco- NUTRICIONISTA especializada en obesidad y enfermedades asociadas. Además en enfermedades digestivas, intestinales, entre otras.

Desarrollo:

La respuesta al estrés activa la liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas elevan la glucosa para preparar al cuerpo a enfrentar un “peligro”. Hoy, el problema no son los depredadores, sino las presiones laborales, familiares y económicas que mantenemos día tras día.

Un estudio reciente en Cureus (2024) mostró que mujeres con diabetes gestacional tenían niveles de cortisol y glucosa significativamente más altos durante episodios de estrés emocional. Este hallazgo confirma la conexión directa entre estrés y aumento de azúcar.

Otra revisión publicada en 2023 en Revista Ciencias de la Salud destaca que el estrés psicológico y la llamada “angustia por diabetes” son factores que dificultan el control glucémico, generando un círculo vicioso donde el estrés aumenta la glucosa y, a su vez, la preocupación por esos valores alimenta más estrés.

Investigaciones recientes en EatingWell (2024) y El País (2025) advierten que el estrés prolongado también favorece la resistencia a la insulina, un paso previo al desarrollo de diabetes tipo 2. Además, la falta de sueño, que muchas veces acompaña al estrés, eleva aún más el cortisol y mantiene la glucosa alta al día siguiente.

Todo esto demuestra que no alcanza con elegir alimentos saludables: es necesario aprender a manejar el estrés para tener un control real y efectivo de la glucosa.

Las estrategias recomendadas incluyen:

* Respiración consciente y pausas activas durante el día.
* Actividades recreativas que reduzcan la tensión, como caminar al aire libre o escuchar música.
* Un descanso nocturno adecuado para evitar picos de cortisol.

Reflexión:

La salud metabólica no depende solo de la comida. La mente, las emociones y el descanso son pilares clave para un equilibrio real. Aprender a identificar y reducir el estrés puede ser el cambio que marque la diferencia entre un tratamiento efectivo y uno que no logra resultados.

Resumen:

La ciencia actual confirma que el estrés crónico eleva la glucosa en sangre, favorece la resistencia a la insulina y complica el manejo de la diabetes. Para un control integral, es indispensable acompañar la alimentación con manejo emocional, actividad física y descanso de calidad.

“La verdadera salud no solo comienza en tu plato: empieza en tu mente y se refleja en cada célula de tu cuerpo.”

Bibliografía:

  • Sharma S, et al. Stress‑Induced Diabetes: A Review. PubMed Central. 2022.
  • AlShaibani T, et al. Relationship Between Cortisol and Blood Glucose in Gestational Diabetes Mellitus. Cureus. 2024.
  • Aguiar‑Bernal I, et al. Estrés psicológico y angustia por diabetes en adultos con diabetes tipo 2: revisión sistemática. Revista Ciencias de la Salud. 2023.
  • Cross-sectional associations of stress and hair cortisol with metabolic outcomes. PubMed. 2024.
  • EatingWell. Stress May Increase Your Risk of Insulin Resistance. 2024.
  • El País. La falta de sueño y el estrés: impacto en el metabolismo y la salud. 2025.

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